revista de cultura científica FACULTAD DE CIENCIAS, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
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Noticiencia
 

 
Recopilación: César Carrillo T.
   
   
     
                     

MEXICO IMPORTA… CANCER    

El anuncio a fines del año pasada de la instalación de una planta incineradora de desechos químicos en Tijuana desató una serie de protestas y debates en torno a los riesgos que esto implica. Para la Dra. Lilia Albert, especialista en ecotoxicología, egresada del CINVESTAV, este hecho es sumamente grave, ya que en ella se quemarían askareles, denominación comercial de una sustancia hecha a base de policlorobifenilo (PCB). Físicamente es un aceite y sus cualidades fisicoquímicas son prodigiosas: es un aislante eléctrico, no reactivo (empleado en transformadores eléctricos por la CFE). Pero sus efectos toxicológicos son muy peligrosos, ya que esta sustancia es poco reactiva, insoluble en agua y soluble en disolventes orgánicos, es decir, es bioacumulable, y al entrar al ambiente, al aire, al agua, las PCB son transmitidas de un eslabón a otro de las cadenas tróficas, terminando en los organismos superiores. Son más persistentes que el mismo DDT.

En el hombre los PCB atacan desde la piel hasta el sistema inmunológico. En los E.U. se ha visto que producen nacimientos prematuros y problemas de aprendizaje en niños. A pesar de su baja concentración (0.01 partes por millón) si se está expuesto diariamente a ellos terminan acumulándose en el organismo, particularmente en el hígado, cerebro y gónadas, y al aumentar la concentración, afectan al sistema nervioso.

Es por esto que la instalación de la planta es extremadamente peligrosa, ya que al ser quemados, los askareles no son eliminados en su totalidad ; una parte de ellos va directamente al ambiente y otra se recombina produciendo sustancias aún más tóxicas, como los policlorodibenzodioxinas (PCDD) y las policlorodibenzofuronas (PCDF), ambas catalogadas entre las sustancias más teratógenas y cancerogénicas que se conocen, y mucho más persistentes que los PCB. Esto sucede incluso en las plantas equipadas con la más alta tecnología; por ello ninguna planta debe incinerar askareles.  

En México existen alrededor de 3 millones de litros de PCB; no se sabe que se hará con ellos. Importar una planta así no hace más que agravar el problema, ya que en nuestro país no hay ley que regule la instalación de una planta de este tipo. En los E.U. ha habido en los últimos años una tendencia a trasladar el aspecto peligroso de los procesos de producción, pues las restricciones y la presión ciudadana son mayores en este país. A decir de la Dra. Albert, al importar esta planta no solamente estamos importando dinero y empleo, estamos importando con seguridad, una alza en la tasa de cáncer en 20 años. Esto se va a poder demostrar, no hay duda.    

Información tomada de la entrevista realizada por René Delgado a la Dra. Lilia Albert.

La Jornada, 29 de noviembre de 1988.

 

LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN MEXICO ¿UN NEGRO PANORAMA?  

La investigación, en un estado deplorable

La falta de reconocimiento a la labor científica por parte de la sociedad y de las instituciones, los bajos salarios aunados al alto costo de la vida y la escasez de recursos no constituyen ningún estímulo para que las nuevas generaciones se interesen por el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

La vida académica no tiene ningún atractivo, más que una enorme satisfacción personal. Por ejemplo, mi salario en 1976 era de 11.6 veces el salario mínimo, actualmente equivale a 6 veces.                                 

El sector privado en México no aporta apoyo económico a la ciencia, porque opera a base de tecnología extranjera que no requiere de investigación. Por otro lado, la industria estatal no difiere de la privada en ese sentido. No se ha preocupado por tener su propia infraestructura técnica. Consecuentemente, la ciencia no ha pasado a ser una necesidad real. Pareciera que se quiere convertir a México en un país maquilador.

Todo esto aunado a la crisis financiera, a la burocracia, etc., conducen a que la investigación se encuentre en este estado deplorable.   

Leopoldo García Colín, Físico, UAM Iztapalapa.

 

Los salarios reducidos al 50%      

Las expectativas de vivir digna y decorosamente con el ingreso de un salario universitario se han visto considerablemente reducidas, afirmó el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Oscar González Cuevas, luego de señalar que por primera vez, en 1988, el porcentaje destinado a la educación del Presupuesto de Egresos de la Federación, se ubicará por abajo del 5 por ciento.                      

Agrego que por lo que respecta a los porcentajes del gasto público que se dedican a la enseñanza superior, puede notarse una reducción al observar que mientras en 1977 fue del 1.75, en 1986 la cifra apenas alcanzó el 0.98.                   

Agregó que se comprobó el deterioro de los sueldos haciendo comparaciones entre salarios nominales y reales y salarios mínimos de cada año y que se encontró, entre otras cosas, que el sueldo del titular “C” en 1988 disminuyó cerca del 50 por ciento en comparación con lo que se recibía en 1974, y que en el caso del asistente “A” el salario decreció en 26 por ciento con relación al mismo año.

En las universidades de provincia: 70% del presupuesto

En conferencia de prensa, rectores y representantes de las universidades de Puebla Sinaloa, Tlaxcala, Guerrero, Querétaro y Chapingo demandaran tener acceso a la discusión con las secretarias de Programación y Presupuesto (SPP) y de Educación (SEP) sobre el subsidio que les será otorgado para 1989, “a fin de dar estabilidad a nuestras instituciones y que puedan cumplir cabalmente con la docencia, la investigación y la difusión de la cultura”.

Los funcionarios precisaron que el promedio de las universidades públicas de provincia trabaja actualmente con el 70 por ciento del presupuesta que requieren, lo cual ha provocado la agudización de fenómenos como la fuga de cerebros y paralizado la investigación en diversas instituciones.

 

En 10 años han emigrado 120 científicos de primer nivel

La poca inversión y los bajos salarios en el área de investigación científica han ocasionado que en los últimos 10 años se hayan ido del país 120 científicos de primer nivel, informaron investigadores al presidente electo Carlos Salinas de Gortari, a quien también se le dijo que sólo se invierte en México el 0,6 por ciento del Producto Interno (PIB), mientras que la Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomiendan como mínimo el 1.8 por ciento.                                         

Hay que hacerle más caso a la ciencia y ponerla en manos de científicos y no de burócratas.

 

Actualmente hasta los cerebros mediocres emigran

Un país no puede ser moderno sino tiene una estructura científica moderna y una inversión importante en la ciencia, y eso todavía no se ha dado en el país.                            

Hay que tomar una decisión en cuanto hacia donde se quiere ir, hacia el país de maquiladoras o hacia el país de industria moderna y tecnológica. Y si el país quiere modernizar su tecnología hay que invertir en ciencia, forzosamente. Un país dependiente compra tecnología todo el tiempo y compensa estos costos reduciendo el nivel de vida de su pueblo.

Un país que no tiene tecnología está obligado a tener mano de obra barata, no le queda otra.

Recientemente México ha afrontado, en el área de la física, una fuga de cerebros dramática, particularmente en campos donde puede haber mayor aplicación estratégica, es donde más personal hemos perdido: metalurgia, cerámica, electrónica, estado sólido. Antes perdíamos a las personas más brillantes, ahora estamos perdiendo hasta los mediocres.

Miguel José Yacamán, Director del Instituto de Física

 

¿Un optimista?

“La fuga de cerebros que se presenta actualmente en México no es grave, porque esta situación es temporal. Se tiene la expectativa de que los científicos que en la actualidad trabajan en otros países, regresarán al país y aportarán sus experiencias en el momento en que se reinicie el despegue de la economía”. 

Emilio Marroquín, director del programa internacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior (ANUIES).

Fuentes: Entrevistas de Norma Ávila a L. García Colín, Uno más Uno, 22 de noviembre de 1988. Elena Gallegos, La Jornada, 29 de noviembre de 1988. Néstor Martínez C., Uno más Uno, 13 de noviembre de 1988. La Jornada, 19 de octubre de 1988. Javier Molina entrevista de M. J. Yacamán, La Jornada, 25 de julio de 1988.        

           

DE CÓMO SE BRINDA APOYO A LA INVESTIGACION TECNOLOGICA EN NUESTRO PAIS

Crónica.

Que hablen los jóvenes, les dijo el ahora presidente electo, Carlos Salinas de Gortari, cuando llegó al estado de sus ancestros, Nuevo León, en campaña política. Hoy vinieron desde allá para expresarse, pero no encontraran al portavoz de la modernidad. “Seguramente en Cracovia sólo gustan de ver a los jóvenes que llegan con medallas, y no a nosotros que llegamos a solicitar apoyo”.                                 

Su preocupación mayor es una: “la materia prima más importante en México es la materia gris, no el petróleo, por lo que es ese recurso el que debe cuidarse. Se habla mucho de la fuga de cerebros, pero nada se hace para evitarlo. Es por ello que en materia tecnológica seguimos dependiendo vergonzosamente del exterior”.                             

Interesados en dar a conocer sus últimos avances logrados en laboratorio, un grupo de estudiantes e investigadores del Tecnológico de Monterrey llegó, junto con más de mil 800 jóvenes de diversos estados de la República, hasta el Palacio de Minería del DF para participar (del 18 al 24 de octubre) en el Cuarto Certamen Nacional de Proyectos Científicos y Tecnológicos de la juventud, donde esperaban encontrar a representantes de las 40 instituciones y organismos públicos, sociales y privados convocantes.                       

No hubo tal. A la apertura del evento “no llegó ningún representante mayor de esas instituciones. De nada sirve que se exhiban como auspiciadores de nuestro trabajo, cuando no conocen lo que estamos haciendo ni la forma en que pudieran apoyarnos realmente”.

Gilberto Herrera y Claudia Gutiérrez, investigadores del área de Sistemas Electrónicos del Tecnológico de Monterrey, cuya propuesta es “la implantación de una política tecnológica, congruente con el llamado a la modernidad, mediante el cual se brinde apoyo a nuestros proyectos. Nos interesa participar lealmente en la realización de nueva tecnología, con la que podamos contrarrestar la penosa situación actual de México en materia tecnológica”.                           

Además de presentar sus modelos de microcomputadoras construidas en laboratorio, “de las pocas que se han desarrollado en el país”, destinadas a control numérico y control de motores, los expositores aportaron datos sobre el problema clave: “el 90 por ciento del consumo de dispositivos electrónicos por parte de las paraestatales: Pemex, CFE y petroquímica básica, se ha importado particularmente de E.U., Alemania, Japón, Inglaterra y Francia”.                               

Pero el problema va más allá, dicen los investigadores; los préstamos que recibimos del exterior, son, en gran parte, destinados al pago de contratos en importación tecnológica, la mayoría de las veces contactados con anterioridad. “Cifras de Caniesa (entidad en materia electrónica) —dice Gilberto Herrera—, señalan que entre 1980 y 1984, México gastó 218 mil 881 millones de dólares en importación de equipo electrónico”.                       

Seguimos dependiendo de los países fuertes, “y así seguiremos ahora, con lo de la nucleoeléctrica de Laguna Verde. Aquí la cuestión se torna política; venden lo que quieren y a los países clave para sus intereses. Aquí compramos reactores de desecho y nos vendieron la tecnología que no afectara sus intereses de mercado, por lo que seguiremos siendo usuarios, operadores y técnicos de mantenimiento. Esto se verá cuando se presenten problemas tecnológicos que rebasen lo que del exterior nos vendieren y tengamos que recurrir a ellos”.                  

El martes pasado, en el Museo Tecnológico de la CFE fueron entregados los premios y reconocimientos a los ganadores del Certamen, en las 16 áreas concursantes, en cuatro categorías distintas: A (de 12 a 16 años), AA (de 17 a 22), AAA (de 23 a 27) y libre (de 28 a 35 años).

Para los primera lugares se entregó la presea Francisco J. Mújica, un lote de libros, una tarjeta Plan Joven, un viaje al interior de la República, suscripción a revistas de las instituciones convocantes, premios de 100 mil a 600 mil pesos (dependiendo de la categoría) y becas de estudios (para quien las solicitara).                         

Así se estimula a los jóvenes emprendedores de la ciencia y la tecnología en México.              

Ana María González, La Jornada, 1 de noviembre de 1988.

 

POCA DIFUSION A LA CIENCIA

En un estudio titulado “Proposición sobre un modelo para la integración y difusión de la cultura tecnológica, científica y humanística en el IPN”, realizado por Leopoldo Foster Ibáñez, resalta el hecho de que es poco el espacio que destinan los medios de difusión masiva a la ciencia y la tecnología, elementos, se supone, indispensables para el desarrollo de nuestro país.                               

Por ejemplo, en el Canal 11, dependiente del IPN, los programas de contenido científico-tecnológico representaran sólo el 3.18 por ciento del tiempo anual de transmisión.                        

En cuanto a radio, “algunas estaciones” tanto públicas como privadas “han abierto apenas una rendija para la difusión de la ciencia y la tecnología”. Sólo Radio Educación y Radio UNAM “dedican tiempo de transmisión a la difusión de la ciencia y la tecnología, realizando un esfuerzo modesto a título de pioneros, mientras que en algunas estaciones privadas se transmiten únicamente ‘cápsulas’ de información, unas veces propias y otras del CONACyT”.                     

Respecto a Radio Educación y Radio UNAM, Foster aclara lo siguiente: de los siete programas de ciencia y tecnología instrumentados por la primera en 1984, con un tiempo semanal de ocho horas cuarenta minutos, pasó al año siguiente a sólo dos, con un tiempo semanal de cuarenta y cinco minutos. En cuanto a la segunda, se pasó de 1984 a 1985, de cinco a seis programas, pero disminuyó el tiempo semanal de tres horas cuarenta y cinco minutos a dos horas treinta minutos.

Javier Aranda, La Jornada, 25 de octubre de 1988.

 

AZUCAR, BIOTECNOLOGIA Y EMPLEO

Las nuevas biotecnologías forman parte de la revolución tecnológica que vive el mundo contemporáneo. Junto a los nuevos materiales, coma fibras ópticas, cerámicas y superconductores, y con los nuevos productos de la electrónica y la informática, la Biotecnología constituye uno de los puntales de la emergente “tercera revolución industrial”. Si bien todas las nuevas tecnologías traen consigo enormes promesas para la humanidad, invariablemente ocasionan a la vez efectos negativos que no se deben desdeñar. Aquí abordaremos brevemente algunos efectos sobre el empleo, a partir de la introducción de un producto de la Biotecnología que sustituye el uso del azúcar de caña.

Con ayuda de la Biotecnología se han producido jarabes dulces que podrían cambiar de raíz toda la industria azucarera tal como la conocemos hoy en día. Las implicaciones sobre el empleo en algunos países del Tercer Mundo, incluido México, pueden ser desastrosas. Todo está relacionado con los patrones internacionales de intercambio comercial del azúcar y sus sustitutos.

En Estados Unidos, por ejemplo, se ha eliminada el consumo de ese producto en un 44 por ciento entre los años 1982 y 1987 sustituyéndolo con jarabes “edulcorantes” (a dulces) fabricados a partir del maíz. Aunque se pueden producir edulcorantes de cualquier planta que contenga almidones, hasta ahora se ha favorecido el usa del maíz en esa nación, por contar can una abundante producción de ese cultivo.

Los nuevos edulcorantes son producidos con técnicas enzimáticas mejoradas, parte de las nuevas biotecnologías, cuyo resultado son “jarabes de maíz con alta fructuosa”. Al igual que el azúcar de caña, los edulcorantes contienen calorías y son más dulces que la propia sacarosa. No se trata, pues, de los sustitutos dietéticos del azúcar, como la sacarina o el nuevo producto estadounidense llamado nutrasweet. Estos últimos también constituyen una fuerte presión contra la industria del azúcar, pero son un caso aparte.

Más de 30 compañías embotelladoras en Estados Unidas (como Coca-Cola, Pepsi-Cola y 7-Up) han cambiado el azúcar por “jarabe de maíz con alta fructuosa”. Como resultado directo, la importación del dulce en Estados Unidos ha bajado de 4.6 a 2.5 millones de toneladas entre 1978 y 1985. Este cambio ha abaratado sus procesos de producción, pues allá se producen grandes cantidades de maíz en toda la región del medio-oeste. Sin embargo, muchos países del Tercer Mundo sufren hoy las consecuencias.                                 

En efecto, tal alteración de las relaciones globales de intercambio han afectado los ingresos y el empleo en el Tercer Mundo. Por ejemplo, el ingresa caribeño por exportación de azúcar a Estados Unidos se redujo de 686 millones de dólares en 1981 a 250 millones en 1985. Por su parte, Filipinas vio reducir sus exportaciones azucareras a Estados Unidos de 624 millones de dólares en 1980 a 246 millones en 1984.

Uno de los resultados que acompaña a lo anterior ha sido la sustitución de los cultivos de caña de azúcar por otras de menor intensidad en el uso de mano de obra. Con esa sustitución de cultivos cañeros se han perdido medio millón de empleos en Filipinas.

Habría que preguntarse qué sucederá en México cuando los edulcorantes comiencen a sustituir el uso del azúcar. Uno de los dilemas que se enfrentarán es que hoy por hoy nuestra país no produce maíz suficiente ni siquiera para su consumo directo o en tortillas. Mucho menos existen excedentes de ese cultivo para dedicarlos a la producción de edulcorantes. No obstante, podría darse el caso de que a las compañías embotelladoras que producen en el país les resulte más rentable en el futura la importación de edulcorantes.

Debido a una política de precios que mantuvo artificialmente barato el azúcar, y a cambios en las patrones de consumo propiciados por la publicidad de las compañías embotelladoras, los mexicanos consumimos más de 14.5 millones de litros de refrescos por día. En efecto, México es el segundo consumidor per cápita en el mundo, con 75 litros anuales por habitante.                        

Actualmente la industria en general consume 55 por ciento del azúcar y el resto es de uso doméstico. Del total, sin embargo, solamente la industria embotelladora absorbe 30 por ciento del dulce producido en México. De esta proporción 75 por ciento estaba manejado por dos empresas trasnacionales en 1979: Coca-Cota y Pepsi-Cola. Por lo tanto, mucho del control sobre el futuro del azúcar está en manos de unas cuantas compañías trasnacionales, nos guste o no.

En enero pasado el gobierno mexicano anunció que vendería 17 de los 56 ingenios que hasta entonces controlaba. Pepsi-Cola pronto anunció que le interesaban tres de ellos: los más productivos. Sin embargo, hubo protestas de varios sectores y las cañeros dijeron que ellos estaban dispuestos a comprar los ingenios, a pesar de sus conocidos problemas financieros, antes de dejarlos bajo control trasnacional. Aún no se resuelve definitivamente quiénes serán los nuevos dueños de las empresas.

Una de las dudas que surge es si la venta de ingenios no constituye ya el primer paso hacia la restructuración de la industria azucarera, ante su actual ineficiencia y las perspectivas de sustitución del azúcar. Se han sumado así dos factores que hacen inminente la restructuración de esa industria. Por una parte, está lo obsoleto de su planta industrial y el exceso de personal, y por otra, la amenaza representada por los nuevos edulcorantes.                      

Sin duda, los sectores más afectados serán los obreros de los ingenios y los cortadores de caña. Estos últimos eran 90 mil trabajadores en la zafra de 1980-81, la mayoría de ellos jefes de familia. Los productores cañeros por su parte, siempre contarán con la alternativa de sustituir sus cultivos por otros de mayor demanda y rentabilidad. En términos de una política de empleo, entonces habrá que prever dónde podrán ser reempleadas las decenas de miles de obreros y cortadores de caña que se quedarán sin su fuente de ingresos. 

Gerardo Otero, La Jornada, 19 de junio de 1988

 

PROTECCION DE RECURSOS NATURALES: MUROS DE DEMAGOGIA Y JUEGOS DE FANTASIA

El pasado 18 de octubre, el subsecretaria de Ecología declaró que al terminar el actual sexenio, México contará con 65 áreas naturales protegidas, “algunas de las cuales fueron consideradas por la Unesco patrimonio de la humanidad”.

Indudablemente, algo se ha avanzado en nuestro país en materia de protección a la naturaleza, pero la situación está demasiado lejos de ser satisfactoria. es cierto que la reserva de biósfera de Si’an Kaan, en Quintana Roo, ha recibido el espaldarazo de la Unesco, pero en ella casi todo está por hacerse: grupos nacionales y extranjeros se han apoderado de largos trechos de sus playas, carece todavía de delimitación clara, y los propietarios de terrenos en el interior de la reserva, cuya expropiación ha solicitado el director de la misma, se niegan a acatar las normas que protegen el ecosistema; en fin, Si’an Kaan es una hermosa esperanza, pero no una realidad consolidada.

También es verdad que ahora existe la importante reserva de Manantlán, en Jalisco, que algunos parques nacionales y reservas faunísticas han recibido una mayor atención, y que en ellos trabaja un puñado de investigadores serios y capaces. Pero la declaración del subsecretario es sorprendente: sin duda, entre sus “áreas naturales protegidas” incluye al parque nacional “Cerro de la Estrella”, hoy fraccionado y construido, y a los de Cupatitzio, fuentes brotantes de Tlalpan, Camecuáro, El Tepeyac, Barranca de Chapultepec en Cuernavaca, Benito Juárez en Oaxaca y Cumbres de Majalca, todos los cuales son jardines urbanos o municipales. Y también estará incluyendo a aquéllos que tienen valores culturales e históricos, pero no naturales, como Xicoténcatl, el histórico Coyoacán, el Cerro de las Campanas, el Lomas de Padierna y el Rayón, e incluso a las ciudades de Monterrey, Tlaxcala, Río Blanco y Orizaba, que aberrantemente se encuentran dentro de hipotéticos “parques nacionales”.                          

En su Tercer Informe de Gobierno, Miguel de la Madrid apuntó que “se estaba trabajando” para poder contar con diez parques nacionales “debidamente acondicionados” al final de su sexenio. Hoy nos enteramos de que son nada menos que 65, pero no se nos dice nada sobre su extensión a veces ridícula, sobre sus límites imprecisos, sobre la carencia de vigilancia y protección en casi todos, sobre su irregular situación jurídica (apenas 12 por ciento de la superficie total pertenece a la nación); sobre su deterioro, su frecuente inutilidad y el saqueo de sus riquezas. Una ves más lo que imparto es acumular cifras, sin importar lo que éstas significan.

La verdad es que México es uno de los países del mundo —del primero o del tercero— que menos superficie de su territorio dedican a la protección de los recursos naturales, y que, como denunció recientemente el Simposio sobre Diversidad Biológica efectuado en la UNAM, la destrucción de nuestros ecosistemas avanza implacablemente. Pero no nos quedemos en la protesta: es necesario que el próximo gobierno asuma sus responsabilidades en este campo; que implemente debidamente la veintena de parques nacionales que son viables, y cree otros nuevos; que ponga en marcha, sobre un plan unificado y coherente, estudios serios de investigación y conservación de los recursos; que maneje sabiamente el potencial turístico, científico y económico de esos sitios fundamentales. Y que deje de ocultar nuestra realidad tras muros de demagogia y juegos de fantasía.

Fernando González Gortázar, La Jornada, octubre de 1988.

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Problemas y acertijos
 

 

   
   
     
                     

 

1. La cena política

En una cena en honor de un político se reúnen 16 personas, incluido el homenajeado. Todas ellas diputados o senadores, y pertenecientes al PRI o al PRD, habiendo más miembros del PRI que del PRD. Sin embargo, hay más diputados del PRD. Los diputados del PRI son más que los senadores del PRI, y al menos uno de los asistentes es senador del PRD. Tener en cuenta o no al homenajeado no tiene incidencia sobre la solución del problema. Hallar la filiación del homenajeado y su calidad de diputado o senador.

 
                                                                                           

 

                                                                                                                                 
   

2. Si nos falta la luz… 

En un cajón hay 12 pares de calcetines negros y 12 pares de calcetines blancos. Pero en vez de estar unidos en pares, como es habitual, los 48 calcetines están sueltos y, además, mezclados. No habiendo luz en la habitación, usted quiere coger el menor número de calcetines que le aseguren que obtendrá un par del mismo color. ¿Cuántos calcetines debe tomar del cajón?

 

3. La estratagema de Búfalo Bill

El famoso Búfalo Bill se hallaba en cierta ocasión en medio de una isla cubierta de bosque, tratando de eludir la persecución de los indios que se hallaban más al oeste que él. Viendo los perseguidores que soplaba un fuerte viento proveniente del oeste, y conociendo que el extremo este de la isla era un acantilado de descenso imposible, decidieron prender fuego al bosque, seguros de que o bien Búfalo Bill moriría quemado o despeñado en el acantilado. ¿Cómo consiguió salvarse?

 
   

4. No hay que tropezar dos veces en la misma piedra

Dados los cuatro puntos de la figura, trazar dos rectas, sin levantar el lápiz del papel, que pase por ellos.

 

5. La tela de araña

Una araña teje su tela en el marco de una ventana. Cada día duplica la superficie hecha hasta entonces. Es decir, que si al acabar el día la superficie que tiene la tela es S, durante el día siguiente la araña teje una superficie asimismo igual a S. En esta forma tarda 30 días en cubrir el hueco de la ventana. Si en vez de una araña, fueran dos, ¿cuánto tardarían en cubrir dicho hueco?

6. Pregunta simple

¿Cómo puede hacerse la mitad de 12 igual a 7?

 

Respuestas a los acertijos del número 12

1. En América del Norte corre…
La clave está en la rotación. La fuerza centrífuga debida a la rotación se combina con la atracción gravitacional para dar la dirección aparente de la gravedad, que no está dirigida hacia el centro de la Tierra. El río Mississippi, así como cualquier otro río, corre hacia abajo respecto a esta vertical. De otra forma, la fuerza centrífuga es la que permite al río alejarse del centro de la Tierra.

2. Las mareas son provocadas…
Las mareas se producen en la vecindad de los puntos A y B (ver figura). La fuerza de atracción de la Luna es máxima en el punto A, lo que da lugar a una elevación de las aguas de mares y océanos. En el punto B la fuerza de atracción es mínima, pero el efecto es distinto: la presencia de la Luna tiende a disminuir el nivel del agua. Luego, el nivel es máximo donde la atracción de la fuerza lunar es mínima.

3. El griego Pitágoras…
Existe un pequeño error: no son dígitos sino divisores. Dicho lo anterior damos una posible solución. Los números 284 y 220 son amigables. En efecto:

284511015514412212011111015141211 y 2205142171141211, donde los sumandos de la primera expresión son los divisores de 220 y los sumandos de la segunda son los divisores de 284.

4. Fijemos la atención en un triángulo rectángulo
Considérese cualquiera de las líneas quebradas de la sucesión. La longitud total de los segmentos paralelos al cateto horizontal es igual a 1; lo mismo se puede decir de los segmentos verticales. Dado que la longitud de la quebrada no depende del número de escalones, la línea límite tiene una longitud igual a 2.

5. Cómo determinar la velocidad de las gotas…
Las marcas que dejan las gotas de lluvia sobre las ventanas del tren son líneas inclinadas. Tómese un segmento cualquiera de la marca; la componente horizontal es proporcional a la velocidad del tren (Vt), mientras que la componente vertical es proporcional a la velocidad de las gotas (Vg). Entonces, de acuerdo a la definición de tangente, resulta que: Vg 5 Vt tan u.

PREGUNTA SORPRESA:

La respuesta es simple: basta romper la barra y ver si los pedazos se atraen.

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Colaboración de: Rafael Ramírez Meléndez, estudiante de Matemáticas, Facultad de Ciencias, UNAM.

     
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El orden
 

 
Nada Gadjanski
   
   
     
                     

César soñó que se le había caído el librero, la única forma cuyo contenido valioso tiene orden. Cuatro mil libros arreglados por materias, antropología, ciencias naturales, economía, crítica literaria, antropología, historia, novelas… Las materias subdividas en divisiones de submaterias. Dentro de cada una de ellas los libros estaban arreglados por orden alfabético.            

Se despertó mojado de sudor, buscó sus lentes, se los puso y vio el librero. Ahí estaba, intacto. Suspiró aliviado. Con los ojos trataba de encontrar algo en su recámara que se saliera de esta armonía, algo que tal vez causó la pesadilla. Y estaban ahí, enfrente de la cama. Sintió un estremecimiento por todo el cuerpo al ver las pastas rojas. Se levantó y lentamente tomó los dos últimos tomos de la enciclopedia. Era imposible acomodarlos. Si los pusiera entre los otros libros, el librero perdería su orden. Trató de empujar los libros de la izquierda y luego los de la derecha. No pudo. Con la mano se quitó el sudor de la frente. “Imposible acomodar estos dos”. Se fue pensativo a la cocina, se preparó un café y regresó al librero. Se sentó en el piso volteando ambos tomos, mirándolos y midiendo a la vez el librero con la vista. Tomó un poco de café, se levantó.         

Una hora después todos los libros estaban en el suelo. Otra vez empezó con la antropología, física…

Sentimiento raro… sensación extraña… Muy seguido tengo la impresión de que en mi vientre hay algo que se está moviendo, plegando, como si quisiera serpentear hacia la luz… como si en mi propio cuerpo tuviera un prisionero, un enfermo mental, lleno de polvo, arrugado… Como si hubiese estado ahí durante siglos, desde un principio…            

De repente hago movimientos extraños que no son míos. Los produce este enajenado que está buscando el canal por donde sacudirse de la oscuridad y la humedad de mi vientre. Para tranquilizarlo me pongo a cortar unas figuras de la cartulina negra sin reconocer la forma de éstas, o simplemente no dejo de golpetear sobre la máquina de escribir, como lo estoy haciendo ahora. Hay veces en que me domina completamente. Cuando no puedo más, cuando siento que me está venciendo y me encuentro en el suelo en una convulsión desesperada, y pienso: ¡me quiere salir por la cabeza, por las orejas! Los gritos lanzados al vacío, a la atmósfera a insensible a ellos me serenan… Mis propios gritos y aquellos que lanza esto que no soy yo, sino la materialización de esta fuerza fuera de mis poderes, relámpagos, truenos, los dibujos luminosos y reflejos de miles de colores que me (o… nos) impresionan y calman. Mi prisionero se duerme entonces, iguala una criatura, contento, beato. Se agita suavemente en mi interior como en una cuna de líquido.

Yo no soy creador, soy perceptor y transmisor de la agitación y convulsión de mi criatura… y para liberarme… ¡tanto quisiera poder darle luz!

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La imprescindible relación entre cerebro y computación
 

 
Jesus Cervantes Servin 
   
   
     
                     

Si bien la polémica en el pasado reciente de los sesentas,   acerca del proyecto de simular a través de circuitos digitales, la conexión y funcionamiento neuronal del cerebro, delimitó y aclaró las confusiones y las analogías de llevar a cabo tal objetivo, el avance en la tercera generación de computadoras y los microprocesadores replantean en algunos aspectos las posibilidades y analogías en relación a este tema.

La era de los microprocesadores (y la próxima generación de bioprocesadores) y la facilidad por reducir a espacios de dimensiones cada vez más pequeñas la capacidad de procesamiento, no de una o dos computadoras, sino de un número indefinido de ellas, llevan a pensar en la generación de sistemas integrados comparable a las capacidades que la neurofisiología ha encontrado para las neuronas o conjuntos de ellas. Esta vía depende de tres cuestiones: 

a) El estado actual de las computadores y la corriente de aplicaciones que hacen cada vez más intercambiable y dinámica la interacción entre el diseño (hardware) con el software, han hecho surgir más claramente algunas necesidades centrales. 

a1) Investigación de programas. A medida que los costos de software se elevan debido por una parte a la diversidad de lenguajes de alto nivel y sus intentos de compatibilización y por otra parte a las dificultades intrínsecas del lenguaje natural, han dejado sentir una necesidad de orientar cada vez mayores recursos al problema del lenguaje y compilación. Las bases actuales de la relación entre la sintaxis y la semántica del lenguaje, donde hasta hace poco predominaba la primera se vuelca en una intensa investigación hacia esta última.                 

El estilo fortran dominante produce programas que son secuencias ordenadas de ejecución de subprogramas débilmente acoplados que consisten más o menos de lo mismo. La descomposición termina hasta que el subprograma se puede expresar en un lenguaje sencillo. Pero las necesidades de nuevos sistemas obliga a la evolución de estos controles y a reconocer nuevas estructuras a partir de una complejización por casos, ejemplo de este desarrollo son lenguajes algol y pascal y los asociados a los de inteligencia artificial que se encuentran asociados a modelos de la percepción cerebral o estructuras del lenguaje natural.                  

En particular el estudio de algoritmos en su forma general a través de la teoría de algoritmos da actualmente al problema la complejidad y sus resultadas con la interconexión práctica del hardware, una similitud con las conexiones en paralelo existentes en el cerebro. Desde la organización de los datos hacia sus consecuencias en nuevas formas de programación en los lenguajes, la teoría de la complejidad apunta a abrir analogías con las características neurofisiológicas de las localizaciones neuronales de varias funciones cerebrales y una cierta topología general de éste.

b) El desarrollo de distintos aspectos en el área de la inteligencia artificial y la polémica alrededor de sus resultados y perspectivas, obliga a una constante comparación de procesos y analogías con el cerebro. Desde la vieja polémica sobre la máquina pensante o inteligente emergen ideas sobre la capacidad y/o potencialidad de los procesos de control computacional de una máquina en relación a lo que en el cerebro se realiza como son: su capacidad de aprender, memorizar, crear. Claramente estos puntos remiten a problemas filosóficos serios, pero en general es posible ahora admitir que se puede romper el círculo vicioso lógico en las máquinas por medio de la idea de una evolución en contacto con el exterior, de etapas de autoprogramación cada vez más sofisticadas.

Así la investigación heurística, los patrones de reconocimiento a través de sensores y perceptores, el desarrollo de los lenguajes naturales y de los lenguajes de alto nivel (asociado a la investigación de programas citado en el inciso 1) y las técnicas del aprendizaje estocástico conducen a una dinámica de búsqueda de relación entre el funcionamiento cerebral y la computación en donde los pares por el lado de las máquinas, de contexto-representación interna, semántica-sintaxis, etc., o de ambiente­individuo, esencia-accidente, etc., en el cerebro tratan de desentrañar las analogías conceptuales entre ellas.       

c) Por último el propósito mismo y como resultado directo o indirecto (la mayor de las veces es este último) de la simulación del funcionamiento y estructura cerebral a través de modelos y su posible implementación electrónica, plantea nuevas e interesantes perspectivas. A partir del estudio biopsicológico de los mecanismos de la memoria (almacenamiento intra e intercelular bioquímico) y la localización de funciones y la plasticidad cerebral de la información del individuo es posible proponer una visión integral del sistema nervioso y sus funciones, como una estructura diferenciada de subsistemas jerarquizados pero múltiple y complejamente interconectados, que dan como resultado un control unificado. A partir de esta idea se intenta representar fenómenos tan complejos como el lenguaje y las emociones hasta los aspectos sensoriomotrices. La modelización computacional de este modelo se ve factible a partir de una estructura conformada por microprocesadores y sensores jerárquicamente interconectados en paralelo con un control basado en sistemas de control y programación compleja.         

En resumen, se puede decir que bajo nuevas condiciones y desarrollo técnico conceptuales, el viejo intento de lograr una reproducción y explicación del funcionamiento cerebral toma nuevos rumbos.

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Jesus Cervantes Servin
Departamento de Física, Facultad de Ciencias,UNAM.
     
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¿De quién es el universo?
 

 
Julieta Fierro
   
   
     
                     

La otra noche escuché en Radio Universidad, durante el excelente programa Debate de Actualidades, conducido por el Dr. R. Méndez Silva, una noticia que me produjo gran inquietud. Como de costumbre era un programa en vivo y se le preguntó a una abogada entrevistada, a quién pertenecía la Luna. Ella contestó más o menos lo siguiente: “Considero que es un orgullo de la legislación internacional que se haya llegado a la siguiente ley: la Luna y los demás cuerpos celestes pertenecen a la humanidad”.

Me gustaría hacer el siguiente análisis crítico de algunas características de la “humanidad”:    

1. Somos una especie que ha estado en guerra casi continuamente desde el principio de nuestra historia, es más, hemos construido tanto métodos sádicos de tortura y aniquilamiento, como armas capaces de destruir este planeta y muchos más.

2. No hemos logrado vivir en armonía con la naturaleza y hemos llegado a la destrucción del equilibrio ecológico.

3. Somos una especie capaz de tomar “medidas políticas”, de tal suerte que no se termine con el hambre, las epidemias y la ignorancia generalizadas.

4. Hemos construido una cultura de la “no satisfacción” en donde lo importante es poseer más y más y no disfrutar y cuidar lo que se tiene. Una cultura de engaño, en donde se vale por lo que se pretende ser y por lo que se pretende poseer y no por lo que se es.            

En este contexto no debería sorprenderme que las leyes que generamos reflejen lo que somos: nos autonombramos dueños de todo el Universo.

Me indigna pensar que no hemos sido capaces de aprender de nuestra historia. Declaramos que la Tierra es para la “humanidad” y no reparamos en extinguir otras especies que la habitan como las ballenas que también son una especie extraordinaria, no sólo en tamaño sino en inteligencia. México es un país víctima de un neocolonialismo que lo tiene ahogado porque: “América es de los Americanos”. Y ahora, con singular alegría declaramos que todos los cuerpos celestes son de la “humanidad”.            

¿Quienes dictan las leyes serán conscientes de lo que dicen? Yo me imagino que la abogada que hizo este comentario se sentía satisfecha de que la Luna no perteneciera a los estadounidenses o a los soviéticos, y no se dio cuenta del peligro de dictar leyes universales. ¿Si hay otros planetas poblados en el Universo nos pertenecerán? ¿Debemos tener el derecho de conquistarlos e imponerles la parte negativa de nuestra cultura?          

Yo creo que abrogarnos la posesión del Universo nos muestra la pequeñez de la humanidad. Creo que los cuerpos celestes no le pertenecen a ninguna especie del Universo y menos aún a la humanidad que ha mostrado a lo largo de la historia su torpeza al pretender poseer a los objetos o a las personas.

 

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Julieta Fierro

     
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El pulsar más veloz

 

Supernova en la nube mayor de Magallanes

 
Julieta Fierro
   
   
     
                     

 EL PULSAR MÁS VELOZ

Una de las propiedades comunes a todos los cuerpos celestes es la rotación. La Tierra gira sobre su eje cada 24 horas, Júpiter cada 10 horas, y el Sol cada 28 días. Los pulsares son los objetos estelares en los que se he medido la mayor velocidad de rotación. Son los restos de algunas estrellas en sus últimas etapas de evolución y están constituidos exclusivamente por neutrones. Tienen campos magnéticos muy intensos, sus masas son parecidas a la del Sol, pero sus radios son de unos cuantos kilómetros.               

Hasta ahora, la marca de mayor velocidad de rotación la tenía PSR 1937 1 21, un objeto ultradenso y diminuto, que efectúa millones de revoluciones durante el tiempo que se lee esta oración: su período de rotación es de 1.6 milésimas de segundo.            

El nuevo pulsar, llamado GX 339 2 4 fue descubierto por el Dr. Imamura, de origen japonés; completa una vuelta en 1.13 milésimas de segundo, es decir, da 885 vueltas sobre su eje cada segundo. El estudio de este objeto nos permitirá conocer mejor la estructura de la materia superdensa.

 

SUPERNOVA EN LA NUBE MAYOR DE MAGALLANES

Probablemente uno de los eventos esperados con mayor interés en el mundo de la Astronomía es la explosión de una Supernova cercana.

Las estrellas masivas terminan su evolución con un estallamiento violento, en que arroja al espacio la mayor parte de la materia que las constituye. La parte interior de la estrella puede implotar y formar un agujero negro o una estrella de neutrones. Durante el estallamiento de una Supernova se sintetizan los elementos químicos más pesados, que al integrarse al medio interestelar, formarán más tarde las nuevas generaciones de estrellas. Además, durante la explosión de una Supernova se espera que se produzca un fuerte flujo de neutrinos (partículas neutras con masas cercanas a cero, que viajan a velocidades cercanas a la de la luz y que prácticamente no interaccionan con la materia), además de ondas gravitacionales.               

Durante la noche del 23 al 24 de febrero de 1987, el astrónomo Ian Shelton descubrió una Supernova en la Nube Mayor de Magallanes. Es la primera Supernova brillante visible a simple vista, desde la Supernova que observó Kepler en 1604. Las Nubes de Magallanes son dos galaxias enanas, satélites de la Galaxia a la que pertenece el Sistema Solar, cada una de ellas tiene aproximadamente mil millones de estrellas.

Shelton es asistente del telescopio de 60 pulgadas del Observatorio Canadiense de Cerro las Campanas en Chile. Tomó una muy buena fotografía de la Nube Mayor de Magallanes la noche previa y la misma noche de la explosión. Su conocimiento de esta galaxia es tan bueno que pudo encontrar una estrella “nueva” entre miles. Le fue sumamente difícil reportar a la prensa astronómica su descubrimiento debido a que estaba descompuesto es radio del observatorio y fue necesario mandar un vehículo a la estación telegráfica más cercana. Nunca antes se había observado una Supernova en instantes tan cercanos a su estallamiento.

En la Tierra, la Supernova sólo se pudo observar ópticamente desde el Hemisferio Sur y lugares del Hemisferio Norte cercanos al Ecuador. En cuanto se detectó, cientos de astrónomos de todo el mundo se dedicaron a observarla en todas las frecuencias de radiación electromagnética a su alcance: rayos X y gama, luz ultravioleta, visible e infrarroja, microondas y ondas de radio. Pero además, el hecho de que la Supernova haya sido tan brillante permitió que, por vez primera, se realizaran observaciones muy detalladas.             

Se registraron pulsos de neutrinos y de ondas gravitacionales provenientes de la Supernova, desfasados entre sí por algunas fracciones de segundo, lo que permitiría calcular la masa de los neutrinos.

Se llevó a cabo la medición de la composición química detallada de la materia arrojada al espacio durante la explosión, que ayudará a entender mejor la rapidez con la que el medio interestelar de la Nube Mayor de Magallanes se enriquece de elementos pesados.               

Las explosiones de Supernova se utilizan para calibrar las distancias a las galaxias lejanas, pues si se supone que las que ocurren de manera semejante son de aproximadamente la misma intensidad y emiten cantidades de luz similares, su brillo aparente permite medir sus distancias. Entre más débil se observe el estallamiento de una Supernova, más lejana será la galaxia en donde se encuentra.        

Resulta que la Supernova de Shelton fue mucho más débil de lo que se esperaba teóricamente, esto quiere decir que no todas las explosiones de Supernova son iguales y que hay que tener mucho cuidado al utilizarlas como patrones luminosos para obtener distancias.

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Julieta Fierro

     
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La goma arábiga
 

 
Jaime Jiménez R.
   
   
     
                     

Una cantidad sorprendente de plantas produce carbohidratos complejos, denominados comercialmente gomas. Químicamente las gomas son polisacáridos complejos; algunos son solubles en agua y otros la absorben para formar mucílagos gelatinosos.         

Su valor comercial deriva de numerosos usos, tales como adhesivos (ej. estampillas postales), estabilizadores de pasteles, emulsificantes (en pastelería, confitería, bebidas, lociones y detergentes), texturizadores de fertilizantes y fulminantes de explosivos entre otros. 

La goma arábiga es extraída de Acacia senegal, árbol africano que habita en las regiones secas de Sudán (que provee el 75% de la producción mundial), Mauritania, Senegal, Mali, Nigeria, Chad, Tanzania, Etiopía y Somalia.          

México importa la goma arábiga para elaborar numerosos productos. Destaca su utilización en la industria refresquera, pues los mexicanos son consumidores insaciables de aguas carbonatadas, lo cual puede ser explicado por el dudoso manejo higiénico de aguan elaboradas con frutas o agua potable, aunque, la mercadotecnia de los productores de bebidas espirituosas, de refrescos y frituras envasadas ha desempeñado un papel fundamental en la creación de esta distorsión consumidora.             

Es obvia la importancia de la goma arábiga, pero también se debe contemplar su sustitución por plantas mexicanas, de manera que no salgan divisas en este rubro económico. Así, vale la pena señalar como posibles productoras a las especies del género Prosopis o a Acacia berlandieri entre otras.

 

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referencias bibliográficas

Vietmeyer, N. D., (editor), 1984, Tropical Legumes: Resources for the Future, National Academy of Sciences.

     
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Jaime Jiménez Ramírez
Facultad de Ciencias, UNAM.
     
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EL AHUEHUETE

 

El amole o jabón mexicano tradicional


 
Jaime Jiménez R. 
   
   
     
                     

 EL AHUEHUETE

El ahuehuete (Taxodium mucronatum Tec.) es el Árbol Nacional. Esto fue decretado por la votación popular efectuada en 1921 bajo la convocatoria de la Escuela Nacional Forestal. De mesera que es uno de los árboles más conocidos y populares de la flora mexicana.    

El nombre significa en náhuatl “viejo del agua”. Pero si concedemos validez a otras culturas también se llama bochil (Chis.), cedro (Son.), haulí (Son.), matéoco (Chis.), péuhamu (Mich.), quitsincui (Chis.), T-nuyucul (Oax.), y aayitz (Oax.), ndaxinda (Pub. y Oax.), chuche (S.L.P.) y sabino en muchas partes de la República, confirmando así la teoría científica de la existencia de la antigua Torre de Babel.        

Es un árbol de amplia distribución, que crece a la orilla de arroyos o ríos entre 300 y 2000 metros sobre el nivel del mar, así que no es natural del Valle de México. Los árboles aquí existentes fueron plantados en tiempos precortesianos en Chapultepec, Popotla, Tacuba y Atenco (El Contador), para disfrute de la realeza reinante.                    

El ahuehuete más famoso es indudablemente el árbol de la noche triste, donde algunos historiadores creen que Hernán Cortés lloró su derrota a manos de los aztecas (R. I. Alcaraz, N. Zamacois, L. Gándara); en cambio otros lo niegan (A. Chavero) y testigos oculares (B. Díaz del Castillo) simplemente no lo mencionan. Al margen de la polémica, L. Gándara refiere que en 1921 conoció a la Srita. Isabel Enríquez, vecina de Popotla, quien aseguró ser descendiente del IV Virrey de México, Martín Enríquez de Almanza (1568-1580) y a cuya familia fue encomendada la custodia del famoso árbol. Incluso, el padre de esta señorita, José María Enríquez, salvó al árbol del incendio del 2 de mayo de 1872. Gándara señala que el incendio fue intencional, provocado por un individuo de origen español, Martín Mayora, quien molesto por la sombra decidió quemarlo.

El Árbol del Centenario es otro ahuehuete notable y se encuentra en el Paseo de la Reforma. Fue plantado a iniciativa del Sr. L. Ariscorreta y tiene una placa que dice: “La Comisión Nacional del Centenario de la Independencia dedicó este ahuehuete como Árbol del Centenario, el 20 de septiembre de 1910, al terminar la celebración del centésimo aniversario de la Independencia de México”.

El ahuehuete de Santa María del Tule, Oax., es otro árbol famoso, aunque no por motivos históricos sino por el enorme grosor de su fuste (más de 30 m. de perímetro).

Finalmente, vale la pena mencionar que M. Martínez en 1942 señala la existencia de casi 500 ahuehuetes en el bosque de Chapultepec, algunos de más de 200 años de edad. ¿Cuántos viven ahora?, ¿cuánto tiempo durarán los existentes bajo el pisoteo de millones de visitantes y bajo el cambio de la dinámica hídrica del sustrato?

 

EL AMOLE O JABÓN MEXICANO TRADICIONAL

En las culturas prehispánicas de México y Guatemala, el lavado de ropa y el aseo eran realizados con plantas denominadas genéricamente como amolli o amole. Entre tales plantas están Sapindus saponaria, algunas especies de Ipomoea, Stegnospermation halinifolum, Polianthes gemimiflora, Ziziphus sonorensis y algunas especias de Manfreda, Prochnyantes y Agave.     

El uso de Sapindus saponaria y de diferentes especies de Manfreda y Prochnyantes fue (en algunos lugares aún lo es) indudablemente el más generalizado por su amplia distribución geográfica. Sapindus saponaria es un árbol tropical que habita en el país a lo largo del Golfo de México y del Océano Pacífico, además de la Península de Yucatán; su parte útil es el fruto.         

En contraste, las especies de Manfreda y Prochnyantes habitan en las principales cadenas montañosas de México y el altiplano, su parte útil es el rizoma (tallo subterráneo). Hacia 1989 todavía eran muy importantes pues se vendían 6 rizomas por un centavo en Zacatecas o 2 rizomas grandes por 3 centavos en Durango.         

En 1903 J. N. Rose reporta que “las manfredas son las plantas productoras de jabón más comunes del país… su raíz (sic.) está presente en grandes cantidades en casi todos los mercados mexicanos”. Y todavía en 1928 en Texas y México era posible conseguir jabón de amole de marea comercial, preparado de manera tradicional.

 

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referencias bibliográficas

1.Martínez, M., 1942, Las Pináceas Mexicanas, ed. Botas.

2.Verhoek, S., 1978, Huaco y Amole: A survey of the Manfreda and Prochnyantes, Econ. Bot., 32:124-130.

     
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Jaime Jiménez Ramírez
Facultad de Ciencias,UNAM.
     
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Un científico en la Rectoría
 

 
Parte de este material fue cedido paro su publicación al Periódico La Jornada
   
   
     
                     

El pasado dos de enero, en la Plaza de Prometeo de la Facultad de Ciencias, tomó posesión como nuevo Recto de la Universidad Nacional, el Doctor José Sarukhán Kermez.    

La situación social, política y económica que prevalece en México; el reto de construir una estructura científica propia a nivel nacional —siempre postergada—, que permita influir en los cambios que exige la sociedad actual; los tiempos difíciles que vive la Universidad; la evidente necesidad de transformarla en lo académico, lo administrativo y lo político, generan inquietudes significativas en el termómetro universal de la comunidad universitaria.            

Hoy ofrecemos al lector la opinión de distintos profesores e investigadores en cuanto a las expectativas que ha originado este hecho en un representativo sector de la comunidad científica universitaria. 

Astrónomos, físicos, biólogos, médicos, químicos, fisiólogos, entre otros, responden a una sola interrogación: ¿qué se espera de una científico como Rector?   

¿QUÉ ESPERA UN INVESTIGADOR DE UN CIENTÍFICO COMO RECTOR DE LA UNAM?

Lo primero que acude a mi mente es recordar a quienes ya ocuparon la rectoría de la UNAM y provenían del campo de las ciencias: Salvador Zubirán, Nabor Carrillo (asistido por Efrén del Pozo en la Secretaría General), Ignacio Chávez, Guillermo Soberón, Octavio Rivero. Con una sola excepción, todos médicos. Treinta años más o menos de la vida de la UNAM.             

El problema, a mi modo de ver, es entonces y en primer lugar definir qué se entiende en esta pregunta por un científico como Rector. Todos estaremos de acuerdo en que un científico es alguien que vive a diario profundamente interesado en ahondar en la resolución de los problemas que él mismo se ha planteado con hipótesis originales, a fin de lograr establecer teorías que duren el mayor tiempo posible, hasta ser refutadas, y que él mismo quizá ayude a refutar. Todo esto acompañado del deber de comunicar sus hallazgos a la comunidad, en una forma coherente, imparcial y ajena a cualquier influencia distinta del convencimiento que surge del solo y escueto análisis de sus resultados.

En sus ratos libres, el científico puede gustar de las artes, hacer algún deporte, leer y llevar una vida familiar. Pero no conozco a ninguno que tenga como afición la administración de empresas, el “hacer dinero a cómo de lugar” o la acumulación de poder e influencia. Simplemente no es su interés y no tiene tiempo para ello.         

Cuando veo un científico que comienza a realizar otro tipo de actividad, que cambia su quehacer diario (a veces bruscamente por circunstancias que llaman “coyunturales”, y que hace esto antes de los 60 años de edad) sospecho inmediatamente que nunca fue en realidad un científico apasionado por su trabajo y lo que sucede es que muy dentro de él existió siempre un gusanito cuya inteligencia larvada terminó por modular su comportamiento, deshaciendo con facilidad un andamiaje vocacional deleznable.         

Desde luego, un científico puede ocupar puestos de dirección de asuntos estrictamente relacionados con la actividad de aquellas ramas de la ciencia que conoce a fondo, y seguirá siendo un científico. Desde su puesto podrá influir en el ánimo, la actitud y la toma de decisiones de aquellas personas que están a cargo de planificar y distribuir financiamientos a nivel nacional. Pero esto debe hacerlo sin abandonar ni un instante su trabajo, y por cortos periodos de tiempo.       

La lucha de todos los hombres y mujeres dedicados a la investigación científica en cada país, debe estar dirigida a que los gobiernos de su nación consideren a la ciencia como asunto de máxima prioridad, con un valor indispensable, un factor que juega un papel decisivo en las relaciones con otros países. La ciencia no se transfiere, ni se importa, pero sus resultados sí se venden, y muy caros. En los círculos políticos de los países con una ciencia de vanguardia se considera que los pueblos en vías de desarrollo son incapaces de construir una ciencia propia, y lo que es más grave, se condiciona la ayuda que se les pudiera prestar a la facilidad con que permiten inversiones extranjeras, o lo que es todavía más grave, a su actitud política frente al país donador.   

En los casos de todos los rectores “científicos” que mencionaba al principio, hubo en mayor o menor grado, un deseo y una actitud de mejorar y desarrollar las ciencias en la Universidad (no en balde en la UNAM se realiza la mayor parte de la investigación científica de México). Lo que al parecer no logaron fue modificar la actitud del Estado respecto a la ciencia. Esencialmente, que sea considerada prioritaria, como lo es la producción agropecuaria o petrolera. Esto parece una exageración pero no lo es.

Ahora tenemos un Rector que, sin duda, es un excelente científico. Yo esperaría de él dos cosas: una, que siga siendo científico y delegue lo más que pueda las labores administrativas. Otra, que luche incansablemente utilizando la influencia de su alta investidura, no solamente porque sobrevivan y se fortalezcan las ciencias en la UNAM, sino por que cambien la actitud y las acciones del Estado respecto a la investigación científica. En esto no debe claudicar, pues una posición tibia ante las viejas actitudes sería perjudicial para todos.

Augusto Fernández Guardiola
Facultad de Psicología

 

“NO BASTA, AUNQUE TAMPOCO SOBRA”

Que trabaje para la realización de un Congreso Universitario que sea transformador en lo académico y en lo político-administrativo, por que urge corregir las deficiencias académicas y revisar la orientación de la Universidad, y al mismo tiempo democratizar sus estructuras y desburocratizarla.                

Para esto el Rector no tiene que ser científico, ni el que sea científico es una garantía. Puede significar quizás una cierta forma —¿especialmente metódica, racional, académica?— de abordar los problemas y buscar soluciones, y un cierto conocimiento de algunas áreas y tareas de la Universidad. Pero en todo caso, debemos reconocer que, en general, el científico recibe una formación especializada, que podrá ser relativamente rigurosa y profunda en su campo, pero poco lo prepara para abordar problemas fuera de él, en particular cuando éstos son de carácter extracientífico. No puede decirse que los científicos en general tengan sensibilidad hacia los problemas sociales. No basta, pues, que el rector sea un científico (aunque tampoco sobra).                    

El Dr. Sarukhán, además de ser un biólogo destacado y de haber trabajado como investigador durante muchos años, ha dirigido un Instituto, ha sido Coordinador de la Investigación Científica, se ha dedicado a la divulgación científica y ha realizado otras tareas de carácter extracientífico que seguramente le han dado un visión más amplia de la ciencia, de la Universidad y de la relación de éstas con la sociedad. Por su formación de biólogo, podemos esperar del Dr. Sarukhán que entienda a la Universidad como un organismo vivo, complejo e integrado, que necesita que todas sus partes funcionen bien para desarrollarse sanamente. Que seguir apoyando de manera preferencial a los sectores académicamente más fuertes significa ahondar la separación entre éstos y los sectores más débiles, cuando son los últimos los que requieren mayor apoyo y una atención más estrecha. Que por ello es importante que se integren académicamente a la Universidad las escuelas del bachillerato, las ENEP y en general los planteles que se encuentran fuera del campus de Ciudad Universitaria; en el mismo sentido, que urge revisar el crecimiento desmedido de algunas carreras y escuelas e impulsar otras —en particular, las de mayor contenido científico—. Que los posgrados son parte integral de las facultades y que la vinculación orgánica entre docencia e investigación implica que los investigadores cumplan con su compromiso docente en las escuelas y facultades y que en estas últimas se fomente y apoye la investigación.             

Por su carácter científico, se esperaría que el Dr. Sarukhán busque entender las causas y razones de las disidencias así como su valor y sus méritos, y que procure atenderlas debidamente.

Ana María Cetto
Instituto de Física

 

DEFENDER LOS INTERESES DE LA UNAM

Quisiera empezar aclarando que espero lo mismo de un científico que de cualquier otro tipo de profesionista que se encuentre al frente de la UNAM. Es decir:

a. Defienda los intereses de la UNAM, que son los de la sociedad en su conjunto, ante cualquier interés contrario, ya sea de persona o de grupo.

b. Luche por un mayor número de mexicanos tengan acceso a una educación media superior y superior de alta calidad.

c. Procure que se superen la calidad y la cantidad de la enseñanza, investigación y difusión de la cultura realizadas por la UNAM.

d. Trate de propiciar una mayor participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones necesarias para el funcionamiento de la UNAM.

e. Tome medidas que tiendan a la integración de la investigación con la docencia basándose en una amplia consulta de toda la comunidad.

Manuel Peimbert
Instituto de Astronomía

 

ACADEMIA Y BUROCRACIA

En primer lugar, espero que el Rector como científico que es, elimine al máximo la gran burocracia universitaria que se creó durante los últimos 12 años y le de todo su apoyo al trabajo académico, y con el presupuesto que se ahorre, se apoyen los programas de docencia e investigación.

En segundo lugar, espero que la labor del Dr. Sarukhán esté enfocada a que la UNAM mantenga su carácter nacional y que, por lo tanto, se incrementen los programas de intercambio académico que se vieron tan disminuidos en los últimos 4 años y así se pueda impulsar y colaborar en el desarrollo de las universidades e instituciones de educación superior del país.

En tercer lugar, considero que el anuncio que ha hecho de impulsar la liga de la decencia y la investigación sea una de sus prioridades, ya que con esto la UNAM cumplirá con su principal objetivo que es el de formar las recursos humanos que el país necesita.

Juan Luis Cifuentes
Facultad de Ciencias

 

En mi concepto, la magnitud y complejidad de los problemas que enfrenta la Institución en sus tres tareas primordiales (Investigación, Docencia y Extensión de la Cultura) rebasan las capacidades de un solo hombre, sin menoscabo de sus méritos académicos y cualidades personales, que en el caso particular del actual Rector, son indiscutibles. Así pues, y no como la expresión de buenos deseos, confío en que a partir de un diagnóstico objetivo y priorizado de esa compleja problemática, el Rector logrará concertar la voluntad de acción de los diferentes individuos y grupos que verazmente pueden contribuir a solucionar problemas. Con esto incluyo no solamente a sus colaboradores más cercanos o a los diferentes integrantes de la llamada comunidad universitaria, también incluyo a las autoridades gubernamentales, a los empresarios e industriales y a otros sectores de la sociedad que tienen o deberían tener responsabilidad en las funciones, propósitos y objetivos de la Universidad en nuestro país.            

Se trata de una empresa o esfuerzo de gran envergadura. Para mencionar sólo un ejemplo, en el caso de la Investigación Científica, la obsolescencia de las instalaciones y equipos en algunos Institutos es tal, que la erogación requerida rebasa los miles de millones.             

Estamos por iniciar el Siglo XXI y es evidente que descuidamos un patrimonio invaluable.

Carlos Valverde
Instituto de Investigaciones Biomédicas

 

LA SOLUCION: EL CONGRESO UNIVERSITARIO

En general hacia el interior de la Facultad de Química esto provocará pocos cambios, el personal académico de algunos departamentos seguirá siendo maltratado por la prepotencia y mediocridad de algunos funcionarios, que hacen recordar lo dicho por Carlos Fuentes: “el poder no cambia la personalidad, la descubre”, y quienes al margen de los Estatutos del Personal Académico definen los cambios de nombramientos, mantienen a investigadores nacionales, según el SNI con nombramiento de Técnico Académico, bajo pretexto de no tener el grado de doctor, sin importar preparación equivalente. Seguiremos acudiendo ante la Defensoría de los Derechos Universitarios, quien seguirá calificando de reprobable y antiuniversitario el proceder, continuará el éxodo del personal más calificado hacia otras universidades y centros de trabajo derivado de estas actitudes, lo cual provoca una pérdida en tiempo y dinero (considerando que cada doctorado en el extranjero tiene detrás una inversión de 37000 dólares, las pérdidas son cuantiosas y obviamente el posgrado de nuestra Facultad se ve seriamente afectado).       

Seguiremos viendo a los profesores deambular con sus estudiantes detrás, en busca de un lugar donde impartir su cátedra, no obstante que algunos de ellos ni siquiera cobran por darla, y al no haber cambio en la actitud de estas personas ni nuevas designaciones, esto continuará no pasará nada más. Y uno se pregunta ¿qué pasará cuando la campaña gestada durante la Dirección del Doctor Padilla y apoyada por tantos universitarios y apoyada por tantos universitarios entusiastas, culmine?, ¿contaremos aún con lo más importante, el elemento humano?, ¿estará la comunidad en condiciones de dar la respuesta que habría podido dar con las diversas divisiones y la represión de que es objeto? Como dice el poema de León Felipe: “No es lo que me trae cansado este camino de ahora, no cansa una vuelta sola, cansa el estar todo un día hora tras hora, y día tras día un año, y año tras año una vida…”   

Para provocar cambios hacia el interior de las distintas dependencias de la UNAM, sería necesario cambiar la estructura administrativa, que dadas las condiciones actuales estrangula y aniquila el quehacer académico, acabar con los feudos existentes, dar a la Defensoría de los Derechos Universitarios, que tan bien ha calificado, capacidad de sancionar. Es difícil, por lo grande y complejo de nuestra Universidad, el resolver tantas anomalías y tantos vicios. Tal vez en lugar de contemplar la posibilidad de cambios por el cambio de Rector, sea más objetivo trabajar en pro de un Congreso Universitario académico y democrático en el cual exista amplia participación de todos los sectores. Seguramente será difícil ponernos de acuerdo, porque lo académico no se vota, se define, pero será un trabajo que redundará en beneficio de todos los universitarios que aún estamos en esta universidad.

Salvador G. Medina                                                                                     Faculta de Química

 

Primero que todo esperamos lo que esperaríamos de cualquier Rector, es decir, que lleve a cabo una conducción de la Universidad de la mejor manera posible. Esta evidentemente depende del momento actual de país y de la Universidad. El momento actual del país requiere la formación de un cierto tipo de gente que no necesariamente forma la Universidad, es por esto que hace falta una reflexión de la Universidad sobre sí misma, para formar el mejor tipo de gente que necesita el país.

El momento actual de la Universidad es parte de un proceso de reflexión que se ha venido dando con tropiezos durante ya varios años y que desde luego, todos los investigadores esperamos que desemboque en el Congreso Universitario, en una discusión tanto en torno a la Universidad como a la adecuación de ésta a los tiempo que vivimos. Yo creo que esto es algo que un investigador desearía de cualquier Rector.     

Hemos planteado en repetidas ocasiones que el personal académico de la Universidad, del que formamos parte los investigadores, tenga un papel muchísimo más importante dentro de la toma de decisiones y en la elaboración de la política de la Universidad, en particular en la política científica y sus implicaciones, las diversas áreas que deben crecer, la relación entre los Institutos de investigación y las Facultades, la formación de nuevas gentes, etc. Es en todos estos aspectos que el personal académico quiere participar, puesto que tiene argumentos que dar. Desde hace mucho tiempo los investigadores hemos planteado esto, y es lo que creo que esperaríamos de cualquier Rector. En particular de un Rector como el que tenemos, que es un científico.                    

Es indispensable que exista un equilibrio en la concepción del Rector en cuanto a la importancia que tiene la ciencia básica como producción de conocimientos (como es la nuestra) y la parte, vamos a decir, mucho más pegada a la realidad, más ligada a la tecnología, constituida por diversos aspectos del quehacer científico, muy importantes todos ellos.      

Si uno quiere desarrollarse de una manera paralela, lo que se espera es que exista un equilibrio y una comprensión hacia las distintas maneras de hacer la ciencia, hacia el diferente impacto que tienen las diversas disciplinas sobre nuestra sociedad y nuestro país y así lograr este crecimiento sano y equilibrado, en el cual no solamente un sector, o una parte, o una manera de hacer la ciencia sea la única posible. Esto es lo que yo esperaría en particular del Dr. Sarukhán. Tengo esperanzas de que él lo entienda, puesto que ha sido investigador y creo que por eso tiene la capacidad de comprender tanto la necesidad de la ciencia básica como la necesidad de la ciencia aplicada y lo indispensable de este equilibrio inteligente, que no se puede definir de una vez para siempre, sino que tiene que estarse modulando continuamente de acuerdo a las circunstancias. En este momento es muy importante mantener tal equilibrio en un país que está en una crisis económica brutal; es fundamental tomar en cuenta que la actividad científica tiene efectos sobre la sociedad —efectos tecnológicos—, pero también es primordial considerar que la ciencia básica, la producción de conocimientos, es un aspecto crucial de nuestra vida cultural. No podemos concebir a México sin que esté haciendo ciencia y creo que esto lo entiende el Rector.

Una ventaja de que sea científico sería esa. Yo creo que otros rectores lo han entendido; pero el contacto directo con la actividad ayuda, porque es más profunda la comprensión de este hecho que me parece crucial para nuestro país; no es el único naturalmente, pero para que México se desarrolle como una nación independiente en el mundo, nuestro futuro es el desarrollo de su cultura y de su ciencia.     

No podemos concebir a México sin ciencia: si la ciencia no se desarrolla en este país, las perspectivas de México como nación independiente no existen.

Alfonso Serrano
Instituto de Astronomía

 

LA MISION IMPOSIBLE

Quisiera decir que, en primer lugar, me asombra que en las circunstancias actuales alguien quiera ser Rector de la UNAM. Esto es casi una misión imposible. Hay que tener un ánimo heroico para entrarle al problema. Yo digo que es casi una misión imposible porque hay dos cuestiones difíciles de conciliar: una es que el presupuesto de la UNAM en términos reales cada vez es menor y la otra es que la demanda de educación superior sigue creciendo en México.                

El hecho de que el Rector haya dicho que el aspecto central de la Universidad son los asuntos académicos me parece muy importante, porque en las últimas administraciones había habido, por lo menos en la práctica, otro enfoque que presuponía que era necesario centralizar la administración de la UNAM y se buscaron medidas burocráticas de control administrativo para resolver los problemas de la Universidad y mejorar el nivel académico. Yo no dudo que se hacía con buena intención, pero me parece que era el canino equivocado. ¿A qué ha dado lugar?, a un desarrollo monstruoso de la burocracia de la rectoría y por lo tanto a un consumo de recursos muy importante en esa burocracia central. Creo que nunca se ha publicada exactamente cuánto representa dentro del presupuesta de la UNAM, pero indudablemente una cantidad muy importante. Pienso que es un camino totalmente equivocado, y que no se ha acabado todavía. Ha dado pésimos resultados.            

Tengo, como muchos, la esperanza de que la declaración del Dr. Sarukhán indique que se va a cambiar totalmente la situación, que se va ha hacer énfasis en los problemas académicas que deben ser resueltos por las instituciones propiamente académicas, las dependencias académicas de la UNAM, es decir, las facultades, las escuelas, los institutos. Que por lo tanto se va ha hacer una redistribución de los recursos, se va a disminuir drásticamente la burocracia central. Ya tenemos algunas indicaciones, pero muy tímidas; se van a trasladar recursos a actividades académicas, y creo que éste es el camino: descentralizar, dar más libertad, más iniciativa a las dependencias académicas.                  

Hay dos asuntas importantes que podrían encajar en rodo eso: uno es relacionar más la investigación con la docencia. La estructura que adoptó desde hace mucho tiempo la UNAM y que separa a los institutos de investigación de las facultades creo que no fue una idea muy acertada, pero ya tiene un peso grande por la tradición. Sin embargo, creo que habría que empezar a romper ese aislamiento entre institutos y facultades. Quizás un primer paso sería que el estudio del doctorado estuviera totalmente ligado a los institutos; un doctorado habría que hacerlo en un instituto investigando. Ese sería un primer paso que es totalmente factible. Algunos institutos, como el de Investigaciones en Materiales, ya encontraron mecanismos para crear maestrías ligadas al Instituto, pero a nivel de doctorado sería un paso muy importante.

La Universidad ha tenido que sacrificar calidad por cantidad y por lo tanto la UNAM, como dice la Ley Orgánica debería limitarse a impertir educación superior, es decir licenciatura, maestría, doctorado, actividades de investigación y difusión de la cultura, y esto implica separar el bachillerato de la UNAM. Creo que la situación actual es inconveniente para los estudios de bachillerato y es mala para los estudios superiores. La Universidad es demasiado grande y dispersa y eso afecta la calidad académica. Esto suena a herejía y ya sé que es muy difícil que se vaya a hacer a corto plazo, pero lo digo porque creo que hay que pensar en ello.

Jacinto Viqueira
Facultad de Ingeniería

 

“LOS SALARIOS NO SON MALOS SON PÉSIMOS"

A mí me, parece excelente que tengamos un Rector que es investigador, que conoce la problemática de los investigadores, pero ciertamente esto no garantiza que el Rector vaya realmente a apoyar a la ciencia como a nosotros las investigadores nos gustaría. Yo creo que las perspectivas son diferentes cuando uno es investigador y está encerrado en un laboratorio, pues uno tiene una visión directa de las necesidades, que cuando se es investigador y se pasa a Rector.                

Esperaría que por comprender la situación de los investigadores pudiera ser muy buena para la investigación científica, para la Universidad, pero no se garantiza que eso sea así porque el Rector tiene que resolver muchísimos problemas y no nada más el de la ciencia. En la Universidad la investigación científica es primordial y es la actividad más importante, en mi opinión, aparte de la de educar a los estudiantes.                

Yo esperaría que el Rector apoyara muy ampliamente a la ciencia en cuanto a su actividad, pero una cosa que a mi me parece esencial es el mejorar los sueldos de los investigadores en la Universidad. Sé debe terminar con el tape salarial y favorecer con salarios adecuadas a la gente que trabaja en la Universidad y que se pasa la vida entera en ella, creo que este Rector tiene que avocarse a resolver ese problema, porque si no la gente joven no tiene la más mínima esperanza en el futuro. Claro que está el gusto por la investigación, los proyectos, hay mucho entusiasmo porque nos gusta, pero también comemos y la verdad es que las salarlos no son malos, son pésimos.                        

Por ejemplo, el ser jefe de departamento realmente da muy poco dinero, la jefatura de un departamento da 119000.00 pesos adicionales al sueldo, que no es nada. El sueldo global está prácticamente a la mitad de lo que estaba hace diez o doce años. Actualmente nos emparejamos con el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). En mi caso particular, perteneciendo al SNI, en el nivel tres —que es el más alto—, teniendo la categoría más alta en la Universidad, además de ser jefe de departamento, gano lo mismo que hace doce años, cuando era simplemente investigador y no había SNI. Es decir, que el sueldo real en la Universidad ha disminuido a la mitad.             

Lo que pasa es que al llegar un investigador a la categoría “C” (por ejemplo, yo tengo 8 años en ella, pero hay gente que tiene más, —es prácticamente un tope salarial), no puede aspirar a tener un sueldo mayor de algún tipo, salvo lo que le dan de aumentos, es decir: ya no hay categorías superiores a la “C”.              

Es por esta razón que yo le escribí una carta al Rector pidiéndole que se crearan las categorías “D” y “E”, sabiendo, por supuesto, que puede haber gente con esas categorías, y que por medio de éstas se otorgue un salario de por lo menos el doble. Esto para la Universidad no es problema. Si partimos de que el subsistema de investigación tiene 851 investigadores, y de esos, si no me equivoco, hay 104 niveles “C” y si suponemos que en humanidades es lo mismo, estamos hablando de 200 gentes, pero no todas necesariamente van a pasar a la categoría “E”, porque algunas a lo mejor ya dejaron de trabajar o no tienen los requerimientos que se establecerían. Calculo que habría como 100 investigadores que podrían pasar a nivel “D”. Vamos a suponer que con eso se ganaría un 70% más de sueldo. La cantidad de dinero es ridícula.

Probablemente no quieren otorgar esto a los investigadores porque entonces tendrían que hacerlo también con los profesores. Sin embargo, la Universidad puede establecer mecanismos para determinar cuales son los profesores buenos que son titulares “C” que merecen ser titulares “E”. Y sospecho que tampoco habrá más de una cincuentena o un centenar de profesores en toda la Universidad. Por lo tanto, llegaríamos a tener 200 titulares “D”. ¿Qué representa eso para el presupuesto? Nada.

En dinero es muy poquito. Quizás en investigadores serían como 1200 millones de pesos al año, esto no es nada para la Universidad. Además podría ser un estímulo para los jóvenes, ya que un joven titular “A” que se acaba de titular o que ya tiene un doctorado gana prácticamente lo mismo que yo; la diferencia es mínima. Entonces, ¿a qué aspirar? ¿A tener mi sueldo que es malísimo?

Esperemos que el Rector entienda esto. Creo que lo entiende. No se qué problemas haya al respecto.

Yo siento, para volver a la pregunta original, que el hecho de que el Rector sea un investigador, a los investigadores nos entusiasma, pero ciertamente no nos garantiza que pueda resolver todos los problemas que plantea la actividad científica en la Universidad.

René Drucker Colín
Instituto de Fisiología Celular

 

Como cualquier otro Rector, piensa inevitablemente en los beneficios que recibirá su propia actividad al tomar la rienda de la UNAM otro científico que ha vivido los problemas en carne propia. He aquí algunas esperanzas:

Que logre un mayor apoyo para los proyectos de investigación, tanto por medio del presupuesto de la UNAM, como por parte de CONACyT y otras agencias gubernamentales.               

Una búsqueda de solución a los problemas salariales, en especial del personal académico de tiempo completo que dedica todo su tiempo a la UNAM y vive en verdad de ella y para ella, así como de las becas de los estudiantes del posgrado.                        

Búsqueda de mejores y permanentes condiciones de trabajo. En los últimos dos años, por ejemplo, hemos visto interrumpidas nuestras carreras académicas, bloqueadas las posibilidades de realizar reuniones científicas y de traer visitantes extranjeros; muchos proyectos de investigación han sido interrumpidos por paros y huelgas de los estudiantes y de los trabajadores, quienes no parecen tener una idea de los que es la investigación científica. Ojalá que el nuevo Rector pueda convencer a esos grupos de que la UNAM no es para pararla con el menor pretexto, sino para hacerla caminar; de que ésta es la principal institución docente del país y que no debería interrumpir nunca su trabajo. También esperamos una disminución de la burocracia y que la que se necesite entienda que está para apoyara los programas académicos. Esto ha mejorado en los últimos años pero se puede lograr más.               

También pensamos en el resto de la UNAM: un Rector científico puede proporcionar, por su experiencia, muchos beneficios al resto de la comunidad.                 

Creemos que la investigación podría convertirse en una actividad central en la UNAM. Hay un modelo que es excelente en el subsistema de la Investigación Científica y tal vez se pudiera extender a las demás dependencias académicas de la UNAM.        

El mismo sistema de lógica de la investigación debiera convertirse en el de estudiantes y profesores. La perseverancia de un investigador en el trabajo y el convencimiento de que nada se logra por milagro ni por el enfrentamiento, ni por el simple cambio de estructuras o sistemas, sino con el tiempo y un enorme esfuerzo de todos. Que en la Universidad no se convence con la fuerza, sino con la razón. Que la Universidad no es para utilizarla, sino para servirla y engrandecerla.

Antonio Peña                                                                                                       Director del Instituto de Fisiología Celular

 

OPTIMISMO

Lo primero que uno espera y de lo que se está seguro, es que habrá una comprensión innata de lo que es la Investigación Científica, de cuáles son sus problemas. Pero en el caso particular de que sea el coordinador de la Investigación Científica quien ha sido designado cómo Rector, esperamos un apoyo grande.                   

¿Cuál ha sido la historia? El Dr. Nabor Carrillo era Coordinador de la Investigación y de ahí fue designado Rector, así como el Dr. Soberón, quien fue coordinador y de ahí pasó a la rectoría. El tercer caso es el Dr. Sarukhán.                         

¿Qué pasó en esas épocas? En tiempos del Dr. Nabor Carrillo se formó la base de lo que es la investigación científica en México, ya que fue cuando realmente se impulsó la contratación de personal de tiempo completo de manera masiva, cuando la Universidad se cambia al pedregal, se empieza la contratación de manera amplia de profesores e investigadores de tiempo completo —sobre todo de investigadores en los institutos, y se les equipa. En el caso del Instituto de Física, se compró el acelerador de partículas Van de Graaff, un aparato de avanzada. Esto fue en los años 50. Pero lo más importante es que la ciencia en México al estilo profesional se generó con Nabor Carrillo como Rector, al abrir plazas de investigadores de tiempo completo.                    

Esto las jóvenes no lo saben, creen que la ciencia en México se genera con el CONACyT, cuando esto ocurrió veinte añas antes. En 1953 empieza este proceso de manera orgánica y fuerte, lo que permite el avance científico en el país.                  

Antes había aficionados, o bien médicos interesados en la biología o ingenieros interesados en las matemáticas; no existía la posibilidad de que una persona viviera de su trabajo haciendo investigación científica, sino hasta después de Nabor Carrillo.                 

El segundo ejemplo es el del Dr. Guillermo Soberón. Cuando éste es Rector de la Universidad viene el gran auge, la instalación de equipo moderno en los Institutos de Investigación, las construcciones (de las cuales forman parte la Facultad de Ciencias y el Instituto de Física), el gran aumento de personal, de visitantes, del número de revistas, de intercambio académico, en fin, un gran auge.

Y si esa tradición debe seguir, somos optimistas respecto a que José Sarukhán sea Rector de la UNAM.

Jorge Flores
Instituto de Física

 

PESIMISMO

Qué puede ser tan nefasto como un abogado.

Santiago López de Medrano
Instituto de Matemáticas

 

AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y ESTADO

 

Estoy seguro de que los profesores de la Facultad de Química compartimos los deseos de que el Rector de la UNAM sea el representante de los intereses de la comunidad universitaria ante el gobierno y no al revés; que se empeñe en regir una universidad nacional y no una universidad al servicio de gremios o clases; que sea un dirigente y no un patrón; que reubique a cada sector universitario en la práctica cotidiana y no sólo en el discurso; que una en torno a la educación y no divida; que fomente la idea de unidad entre ciencias sociales y exactas y entre docencia e investigación y no que las separe.

Hugo Torres
Facultad de Química

 

CAPACIDAD ACADEMICA ¿CAPACIDAD POLITICA?

La ecología, con un Rector reconocido como uno de las mejores ecólogos del país, debiera tener perspectivas alentadoras. La escasez de personal altamente calificado en esta materia —capaz de desarrollar investigación de primera línea y de enfrentar las problemas ecológicos nacionales—, puede empezar a atacarse desde la UNAM con el impulso de programas de formación de ecólogos en maestría, doctorado y especialidad, y de investigación interdisciplinaria.    

Es el primer Rector surgido del área de ciencias naturales, por lo que puede ser un impulsor de estas disciplinas. Ojalá los proyectos sean orientados buscando la consolidación de la independencia y la soberanía nacional, las que requieren del desarrollo de un cuerpo científico y tecnológico.

Su trayectoria académica y su conocimiento de los problemas que afronta la investigación pueden lograr que se destinen esfuerzos para hacer de la UNAM un centro de alto nivel académico.

Ojalá tenga también la habilidad política para dirigir una Universidad tan compleja y diversificada.

Julia Carabias
Facultad de Ciencias

 

A mí no me asusta ni me entusiasma el tener como Rector de la UNAM a un colega. Debo confesar con toda humildad que el chovinismo profesional es una de las áreas menos desarrolladas de mi ya de por sí pobre geografía ideológica. En todo caso, lo reconfortante es recordar que José Sarukhán proviene de un medio académico y que por lo tanto debe conocer tanto los problemas de los profesores como los de los investigadores. Claro que lo mismo se pudo haber dicho de otros rectores como Guillermo Soberón y Jorge Carpizo. Lo de menos es la especialidad del Jefe Nato de la Universidad (como lo llama eufemísticamente la Ley Orgánica); a mí no me importaría tener como Rector a un experto en bordados esquimales precristianos, con tal de que sea una persona honesta, crítica, con sensibilidad académica y capacidad política.

Antonio Lazcano Araujo
Facultad de Ciencias

 

Desde mi punto de vista la mayoría del gremio científico está tan profundamente involucrado en sus investigaciones que difícilmente puede ocuparse de la rectoría de una Universidad.                   

De hecho, esta compenetración es tan profunda que los científicos tienden a ignorar que el período que nos toca vivir está inseparablemente ligado a la tecnología proveniente, hasta ahora, de los países “más avanzados”. De ahí que actualmente las corrientes científicas que hoy cultivamos provengan casi exclusivamente de estos países.

Por suerte nuestro gremio científico no es homogéneo; hay quienes comprenden los problemas sociales y económicos de nuestro país y que por tanto pueden ser excelentes rectores. Yo esperaría del Rector que en respuesta a la demanda educativa que enfrenta la Universidad y a las limitaciones económicas que padecen muchos de nuestros estudiantes, la UNAM creara una Universidad (del tipo de la inglesa) con la participación de nuestros mejores profesores, pedagogos y especialistas en materia de comunicación, para que ayuden a resolver los problemas universitarios que estamos arrastrando.

Ruth Gall
Instituto de Geofísica

 

De un Rector cuya formación ha sido hasta ahora la de un investigador activo, esperaría que fuera un acelerador de una importante transformación que se gesta en esta Universidad, pero que por circunstancias muchas veces triviales se detiene, se estorba: se frustra. Es importante ahora que a la investigación científica que se hace en este país se le apoye fuertemente con infraestructura, que se le haga crecer: el país requiere semilleros de nuevos investigadores. Que cuando amerite se le vincule con la producción industrial y que el conocimiento generado se incorpore al proceso educativo.                               

Que a la investigación científica se le constituyera en lo que es: generadora de conocimiento nuevo capaz de ser una fuerza motriz para llevar a nuestra sociedad hacia mejores niveles de vida; donde se desconociera el analfabetismo, la pobreza y sus enfermedades.

Que esta transformación nos reintegrara los valores humanos fundamentales: una sociedad que aprovechara el talento humano donde quiera que se encontrara.

Del Rector-investigador esperaría, no toda esta utopía, pero sí que iniciara su aceleración.

José Luis Molinari
Instituto de Fisiología Celular

 

“UN REACTOR SENTIMENTAL”

Su pregunta supone que tengo cierta capacidad profética, de la cual carezco totalmente. Sí le puedo decir que me dio mucho gusto que el Rector de la Universidad sea egresado de la Facultad de Ciencias. Eso simplemente corrobora la opinión muy optimista que he tenido de la Facultad desde hace muchos años, como un centro con mucha vitalidad, muy fértil, que está produciendo continuamente gentes muy distinguidas en el campo de la ciencia. Tenemos aquí un ejemplo vivo de que la Facultad de Ciencias esta funcionando muy bien, contradiciendo los rumores que circulan entre la gente que no sabe lo que es la Facultad de Ciencias. Hay un cierto patriotismo provinciano mío que me hace sentir mucho gusto de que el Rector de la Universidad se haya formado en la Facultad de Ciencias, según confesión propia.                           

El hecho de que una persona sea un científico no quiere decir, por ese solo hecho, que la ciencia va a mejorar. La ciencia es un fenómeno complicadísimo. Es realmente un hecho milagroso que la humanidad haya descubierto la ciencia, que el hombre haya sentido tal urgencia de entender al universo, que esa urgencia se haya concretado en un camino que ha resultado muy exitoso para entenderlo, y ese camino es la ciencia. Pero las condiciones que hacen posible la ciencia son muy complejas; desde luego es un producto de la vida humana; la ciencia está inmersa en esa otra realidad que es mucho más importante: la vida humana. Entonces, para que la ciencia florezca se necesita que haya condiciones de la vida humana muy especiales; por consiguiente, un Rector científico no simplemente debe tener capacidad como hombre de ciencia, sino una especial sensibilidad, una especial visión de la vida humana, un cierto sentido de los valores humanos para que la ciencia fructifique.     

Tenemos ejemplos de Rectores que han sido científicos y han sido magníficos Rectores. La Universidad les debe a algunos de ellos algunas cosas de las épocas más brillantes, más entusiastas, en que la Universidad se sentía como un corazón que estaba latiendo con gran intensidad. Todos disfrutamos de esas épocas extraordinarias. No menciono nombres, pero da la casualidad de que algunos de esos Rectores que admiro mucho eran científicos y matemáticos, y supieron sentir con unas antenas muy finas estos valores humanos. Ha habido otros directores —no necesariamente en México—, científicos que no tuvieron esa sensibilidad y que a pesar de ser muy eminentes en su campo, la ciencia no les debe un progreso especial, porque fueron ciegos para otro tipo de valores humanos.                        

No hay que olvidar que la ciencia es producto de otra cosa más fuerte que ella misma. Hay muchos fenómenos que son totalmente irracionales y dentro de esos fenómenos irracionales surge como una flor milagrosa el hecho racional de la ciencia; porque esencialmente los seres humanos no somos racionales, la ciencia es una actividad racional, pero la fe en la ciencia no es racional, el amor a la ciencia es totalmente irracional, como el amor por una mujer o por los hijos. Es simplemente eso, es un hecho.

A la pregunta que me hacía sobre un hombre de ciencia en la rectoría, le tengo que contestar que me da mucho gusto que sea un hombre de ciencia, y probablemente está en las mejores condiciones para sentir cómo es posible estimular el espíritu científico entre los muchachos y hacer realmente que la ciencia mexicana progrese y se vuelva cada vez más vigorosa. Pero no basta otras ser un hombre de ciencia para que eso suceda; se necesitan otras cualidades que no son de un hombre de ciencia. De hecho, unos las tienen y otros no las tienen. Espero que el Dr. Sarukhán las tenga.

Esto lo siente usted comparándola con otras universidades. Hemos estado en universidades extranjeras y no se siente este calor humano de reactor sentimental. Porque nuestra Universidad es un reactor sentimental que está a gran temperatura y muchos de estos movimientos son simplemente síntomas de la reacción emocional que tiene lugar todo el tiempo en nuestra Universidad, y en esa atmósfera incandescente de entusiasmo, de sueños, de deseos, de juventud, es donde se produce la ciencia.

Alberto Barajas
Instituto de Matemáticas

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Gary Taubes      
               
               

La conjetura de Poincaré es para los matemáticos lo que Moby Dick fue para Ahab: una obsesión fatal que conduce al desastre

He cometido el pecado de probar falsamente la conjetura de Poincaré, pero hasta ahora nadie sabe nada acerca de esto. John Stalligs (Topólogo)

GARY TAUBES

Conjeturas son lo que los matemáticos llaman a sus suposiciones. Una vez que una conjetura ha sido probada, se convierte en un reto en espera de ser probada, lo cual varios tratarán de hacer. Entre más se trabaja en ella y se falla, más se convierte en una obsesión. Después de un tiempo, no importa si ésta continúa siendo de interés para los matemáticos, sólo importa, que aún no haya sido probada.

A finales del año antepasado, después de que el matemáticos inglés Colin Rourke se convirtiera en la última víctima de lo que se conoce como Conjetura de Poincaré, Dave Gabai del Instituto Tecnológico de California (Caltech) explicó tal obsesión:  

“Para un matemático” afirmó Gabai, quien tiene reputación de resolver problemas que parecen irresolubles, “probar la conjetura de Poincaré significa fama, honor y prestigio”. Y ese es el juego: Will Kazez, su colega, añadió “si alguien la prueba quizás algunos dirán, ‘bueno, ¿y eso para qué sirve?’, pero lo dirían porque no fueron ellos los que la demostraron.       

Los matemáticos hablan de la conjetura de Poincaré igual que Ahab de la ballena blanca. Una vez que se involucran con la conjetura inevitablemente les gana la primera batalla, y se vuelven tan obsesivos con su propósito como Ahab lo fue con el suyo. Dicen: “yo voy a ser el que lo logre” afirma Rourke, —quien sabe muy bien de lo que habla— “y no hacen nada más. Y un buen matemático se pierde en el arroyo”.                        

Considerando que la conjetura es sólo uno de los muchos problemas no resueltos en el campo de la topología, rama de la matemática dedicada al estudio de las propiedades fundamentales de estructuras y espacio, la obsesión parece fuera de lugar.            

La conjetura es tan tentadora quizá porque es fundamental y parece tan sencilla. Pareció simple hace 83 años cuando Poincaré la propuso por primera vez. Una provocación increíble, así lo bautizó un topólogo. Steve Armentrour de la Universidad Estatal de Pennsylvania que ha tratado de probar, sin éxito, que la conjetura es falsa, lo pone de esta manera: “La conjetura de Poincaré requiere no sólo todo lo que uno tiene sino mucho más”.                

A lo largo de muchos años, algunos grandes matemáticos, y algunos no tan grandes, pensaron que la habían demostrado. Y, con excepción de aquellos que murieron antes de que se supiera la verdad, todos tuvieron la oportunidad de arrepentirse de tal afirmación.       

La cuenta exacta de intentos fallidos se desconoce. Cada año varios matemáticos se decepcionan creyendo que han probado la conjetura. Probablemente la mitad de ellos se las arregla para que sus fracasos permanezcan sin conocerse. Un porcentaje menor expone sus pruebas a un colega, o peor aún, lo hace en un seminario. En un número pequeño de casos los errores no se encuentran rápidamente y entonces se vuelven del dominio público, que es lo que le sucedió a Rourke, cuando llegó a Berkeley en noviembre de 1986 para discutir su prueba en un seminario de una semana de duración y éste se volvió el equivalente a un tribunal de la Inquisición. Su supuesto éxito ha sido seguido por varios periódicos y revistas científicas.                  

Además de ser granjero, Rourke, de 44 años de edad, es un hombre alto y afable de la Universidad de Warwick en Inglaterra. Después de obtener su doctorado en Cambridge, era un buen prospecto en topología. Rourke daba clases en Warwick durante marzo de 1985 cuando Eduardo Rego, su estudiante de posdoctorado de 35 anos de edad, le enseñó una prueba de un teorema; Rourke pensó que le llevaría directamente a la conjetura. Ambos trataron de hacer la prueba sin tomar en cuenta el tiempo que otras han empleado para resolver conjeturas. Como lo dijo el topólogo John Morgan de la Universidad de Columbia: “ya había mucha historia en este problema”.

En febrero de 1985 Rourke y Rego creyeron haber obtenido una prueba y así lo hicieron saber. Las respuestas de los matemáticos variaron de cínicas a cautelosamente optimistas. Aún entre aquellos que pensaron que la demostración era válida Rourke no obtuvo popularidad: objetaron que un hombre trabajando con no muy brillantes ideas fuese el que hubiese conseguido la solución. 

Quizás por esta razón muchos topólogos decidieron no acudir al seminario efectuado en Berkeley. Entre los ausentes estuvo Mike Freedman de la Universidad de California en San Diego, quien demostró la conjetura de Poincaré en un caso restringido: el de 4 dimensiones. Freedman, como otros de sus colegas, decidió que si la demostración era incorrecta, dejarían a los demás que expusieran los errores. No obstante, aún Freedman admite que su primera reacción fue de decepción; “bueno, ahí termina el mejor problema” John Stallings, de la Universidad de Berkeley, quien ayudó a probar la conjetura para universos de seis o más dimensiones, —una meta más abstracta, aunque más fácil— rehusó tratar con lo que llamó “una alucinación”. Estuvo solamente en la primera sesión del seminario de Rourke, únicamente con el propósito de hacer un “diagnóstico psicológico”: si Rourke “estaba o no loco”.

Andrew Casson, topólogo de Berkeley, fue al seminario, pero solamente para hacer el papel del Gran Inquisidor ante la herejía matemática de Rourke. Pocos participantes, incluyendo Robion Kirby, el organizador quien creó una técnica llamada Cálculo de Kirby, que Rourke usó extensamente en su demostración, ansiaron un final feliz. Más aún, Kirby consideraba a Rourke como un amigo, pero él había trabajado en 4 dimensiones y no tenía mucha información para la conjetura en tres dimensiones. Algunos otros estaban optimistas pensando que la demostración tenía cierta elegancia y potencial. Pero aún así, llegaron a la inquisición con camisetas con leyendas de “reventar la demostración”.       

En resumen, Hubris estaba por encontrar a Némesis.

Henri Poincaré, el hombre que dejó la conjetura a sus seguidores como una maldición, nació en 1854. Fue profesor en la Universidad de París desde 1881 hasta su muerte en 1912, dominando la matemática de su tiempo. Poincaré fue universalista. Trabajó en todo, desde matemáticas puras hasta física y astronomía, y hacía todo primero en su mente, lo que le dio la reputación de distraído.

Su mayor creación fue la topología, a la que llamó “Análisis Situs”, que fue considerada al principio en forma trivial. Desde entonces ha sido una parte importantísima de la matemática de este siglo.

Los topólogos se ocupan de aquellas propiedades de objetos y espacios que trascienden la geometría. Por ejemplo, para ellos, una esfera puede ser apretada, comprimida o doblada de muchas maneras y sigue siendo una esfera, mientras no se rompa o se le quite un pedazo. Como dice un matemático de Harvard: “supóngase que le damos una pelota, la cual es un objeto topológico. Usted la apachurra en un lado, la jala de otro, la dobla un poco. Le pasa un automóvil sobre ella, y deja a su hijo jugar con ella. Para un topólogo si aún no se ha roto, sigue siendo una pelota”.                        

Los topólogos, siguiendo la broma, no pueden diferenciar una taza de café de una dona. Ambos son ejemplos de lo que se llama un toro: un topólogo puede modificar la primera en la segunda al elevar la depresión interna de la copa y alargar el asa (ver diagrama 1). De particular interés son las variedades, espacios que parecen planos en cierta escala, pero son capaces de ser curvados de manera grotesca en escalas mayores. Esto no es tan extraño como parece si uno considera que la superficie de la Tierra es una variedad (para ser precisos una 2-variedad; a los topólogos les atañe sólo la superficie no su interior). Estando cerca de la superficie ésta parece plana pero de lejos un astrónomo la vería como una pelota.                         

El universo para un topólogo es una variedad tridimensional. Al igual que la superficie de la Tierra, se ve plano desde nuestro punto de vista —la luz parece viajar en línea recta, ya sea desde las galaxias o quásares o de la parte más alta de la Torre Latinoamericana— pero de hecho, podría ser curvada si la pudiésemos ver desde el punto correcto. Tal vez el universo se curva eventualmente en una versión tridimensional de la esfera, o en una dona, o en alguna versión de un nudo marinero; hasta ahora nadie lo sabe.                     

Idealmente a los topólogos les gustaría identificar todas las variedades posibles, incluyendo la forma del universo —lo cual es en realidad la conjetura de Poincaré. En dos dimensiones es relativamente fácil y fue logrado al final del siglo pasado. Pero es más difícil en tres dimensiones. La variedad bidimensional más sencilla es la esfera —la 2-esfera para los conocedores— y hay sólo un tipo. No existen esferas falsas o “exóticas” que llenen las propiedades de la esfera pero que en cierta manera inimaginable no lo son. (Nota del traductor: este problema sí existe en dimensiones altas, por ejemplo 7).                     

Para los topólogos el probar que algo es una verdadera 2-esfero —ya que puede tomar casi cualquier forma— basta con verificar que es simplemente conexa, lo que es más fácil de imaginar de lo que suena. Imagínese una liga de hule mágica colocada arbitrariamente en la superficie de una pelota. Si esta liga se puede contraer en un punto sin dejar de estar todo el tiempo en la superficie, y si esto se puede hacer en cualquier lugar de la pelota, se le llama simplemente conexa. Y esto significo para los topólogos que la pelota debe ser una esfera, aún si está desinflada. Sin embargo, si el objeto tiene un hoyo, por ejemplo una taza de café, y la liga pasa por el asa, sería imposible contraerla a un punto. Entonces no es simplemente conexa y no es una esfera.                 

En 1904 Poincaré conjeturó que lo que era cierto para dos dimensiones también lo era para tres: cualquier variedad tridimensional —el universo, por ejemplo— que fuese simplemente conexa, tendría que ser la esfera tridimensional. (En tres dimensiones los topólogos usan un globo mágico en vez de una liga mágica y la superficie tridimensional es simplemente conexa si el globo, puesto al azar sobre su superficie, puede ser contraído en un punto. Si hubiese algún tipo de hoyo en el espacio, el universo yo no sería una esfera y el globo sería atrapado en el hoya de la misma manera que la liga quedó atrapada en el asa de la taza.)*                              

La conjetura es la pregunta más simple que un topólogo puede hacerse si quiere clasificar todas las variedades tridimensionales. (De hecho llamarla conjetura es un error). Poincaré la propuso como una pregunta. Si M es una variedad tridimensional compacta sin frontera con el primer grupo de homotopía trivial, ¿es entonces M homeomorfa a la esfera tridimensional? Y suena, como a los académicos les gusta decir, intuitivamente obvio. Excepto que nadie ha podido probar que no existen variedades de 3 dimensiones con esas propiedades que no sean esferas, lo que significa que nadie ha probado que la conjetura es cierta. De hecho, tampoco han hallado dichas variedades, lo cual significa que tampoco se ha probado que la conjetura es falsa.                         

En 83 años el único progreso, por así decirlo, ha sido negativo. Nadie ha podido imaginarse qué propiedades puede tener una “esfera tridimensional falsa” que la haga diferente de una verdadera. Como un topólogo dice: “aún si usted tiene esferas falsas frente a sus ojos, ¿cómo sabría que son falsas? Un matemático soviético ha sugerido que un aspecto particular de espacios tridimensionales (conocido como el invariante de Rochlin) de alguna manera podría ser utilizado para distinguir una esfera falsa de una verdadera. En 1985 Casson probó que esta sugerencia no llevaba a ningún lado.                       

Lo irónico en este asunto de Poincaré es que las versiones de mayores dimensiones han sido resueltas. En la primavera de 1960 Stephan Smale, un topólogo de Berkeley que trató de probar la conjetura en tres dimensiones, anunció suficientes veces que era cierta para dimensiones mayores que cinco. En esa época estaba pasando un año en Río y algunos de sus colegas insinuaron que había desarrollado la demostración mientras estaba acostado en la playa, lo cual Smale no refuta. Stallings se enteró de la demostración en Oxford, “después de un invierno jugando ‘turista’”, y encontró otra prueba para dimensiones mayores que seis. Entonces Christoper Zeeman, en Cambridge, probó la conjetura para 5 y 6 dimensiones, y finalmente Smale hizo una demostración para todas las dimensiones mayores que cuatro. En 1981 Freedman anunció su demostración para 4 dimensiones, lo cual Kirby llamó “la mejor pieza de matemáticas de este tiempo”. Freedman de 30 años, había trabajada el problema desde 1974, cuando empezó como profesor en Berkeley y atribuyó su éxito a lo que llamó “arrogancia de juventud”.                      

En retrospectiva este éxito en dimensiones mayores no fue sorprendente. Topológicamente, el universo tiene más espacio al añadir más dimensiones, aunque dimensiones imaginarias al fin. En efecto Smale y Freedman hicieron sus demostraciones al probar que podrían tomar cualquier variedad, no importa que tan extraña y enroscada sea, para simplificarla y compararla con varias esferas y ver si éstas eran equivalentes. Para hacer esto usaron discos bidimensionales como si fuesen pasadores para desanudar una variedad enroscada donde se cruzaba consigo misma.

A mayor número de dimensiones, más espacio había para trabajar. Pero en tres dimensiones (y en menor dificultad en cuatro) el lugar se hace tan apretado que los discos se entrecruzan, lo cual crea más problemas de los que resuelve. La demostración de la conjetura con dimensiones mayores se volvió una clave que condujo a una teoría para su clasificación, que es lo que en realidad buscan las topólogos. Desde 1939 los topólogos aprendieron cómo convivir con la incertidumbre de la conjetura evitándola: si la conjetura era cierta, —decían entonces— esto era cierto, y si la conjetura era falsa, entonces aquello era cierto. La topología tridimensional continuó y dejó la conjetura en el costal. La razón principal de que alguien se desviara de su camino para probarla era porque, bueno, ahí estaba.     

Los predecesores de Rourke en el embate por encontrar la verdad acerca de la conjetura forman una larga e ilustre lista. El gran matemático inglés J. H. C. Whitehead fue el primero en presentarlo públicamente en 1934, después de que lo hizo el mismo Poincaré.                         

Whitehead era famoso por su brillante topología, su política de izquierda y su bien ganada fama de buen tomador. (Como sus estudiantes lo dicen, Whitehead murió a las ocho de la mañana cuando regresaba de un juego de cartas que duró toda la noche en Princeton). Un año después que reveló su prueba él misma encontró su error, publicó una corrección y al siguiente año se retractó.

La conjetura siguió inconquistable hasta los años cincuenta cuando se reanudó el ataque en el Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, en particular por un joven matemático griego llamado Christos Papakyriakopoulos. “Papa” —como era llamado—, llegó a los Estados Unidos al final de las años cuarenta, y un día de 1956 anunció demostraciones de los más importantes teoremas en topología. El Lema de Dehn, el de la esfera y el de los lazos.

La mayoría de los topólogos supuso que finalmente habían obtenido —gracias a Papa— la tecnología analítica para atacar variedades tridimensionales y la conjetura de Poincaré. Estaban equivocados, y la conjetura continuó en pie pasado por muy buenos topólogos (de la misma manera que Rocky Marciano pasó por la categoría de los pesos completos: invicto).                           

El primero en caer en el error fue Papa, quien persiguió la conjetura con dedicación monomaniaca rehusando a dar clase —lo que significaba renunciar a un puesto definitivo en la Universidad— porque esto le quitaba tiempo para su propósito. Rechazaba invitaciones a cenar y vivía soltero en un apartamento minúsculo, casi vacío. Cuando murió, en 1976, sus colegas hallaron entre sus pocas posesiones un manuscrito bien pulido de 160 páginas. Era un programa para demostrar la conjetura y clasificar todas las variedades tridimensionales. Al inicio de una página —de acuerdo a Stallings—, estaba escrito “Lema 14” el resto de la página estaba vacío. “Algún día regresaría a demostrar dicho lema” dice Stallings, y “nunca lo hizo”.              

Las siguientes personas fueron dos europeos que se trasladaron a los Estados Unidos, Wolfgang Haken y Valentín Poenaru, ambos del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Haken fue producto de una educación tradicional alemana. Había empezada su tesis doctoral en un problema relacionado con la conjetura antes de cambiar hacia la teoría de nudos y probar cómo se puede reconocer cuando un nudo está anudado o no lo está.                

Pero su demostración pasó desapercibida; no sólo eran varios cientos de páginas ilegibles, sino que su enfoque no algebraico estaba fuera moda. “Yo no sabía que estaba fuera de moda” y añade “entre más sabe uno, más prejuicios tiene”, “si una persona sabe mucho ya no sirve”. En 1963, su esposa, también matemática, sugirió que si deseaba llamar la atención, debía cambiar de teoría de nudos e irse a la conjetura de Poincaré.                  

Habiendo revisado el trabajo por Papakyriakopoulos, Haken se imaginó que la conjetura “podría ser resuelta de inmediato”.                   

Su rival Poenaru —quien desertó de Rumania en 1962 estando en una conferencia en Suecia y pidió asilo en Francia— se hizo famoso, estando aún en Bucarest, por resolver un problema importante relacionado con bolas de 4 dimensiones. En 1964 se mudó de Harvard al Instituto donde se preparó para atacar la conjetura.       

Ninguno de los dos se había percatado de que el otro estaba trabajando en una demostración. Poenaru anunció su demostración primero en 1964, mientras que Haken daba una serie de conferencias en Alemania Occidental. Cuando Haken oyó que lo habían vencido, se encerró en un cuarto y escribió su prueba y la hizo también pública. Después tuvieron tiempo de hablar y se percataran que sus demostraciones eran casi idénticas y que habían caído en el mismo error.                       

Entonces los dos cayeron víctimas de lo que Haken llamó “Poincaretitis” —una creencia morbosa y obsesiva de que la conjetura puede ser demostrada, combinada con incapacidad de admitir que han fallado—. La causa reside nuevamente en la aparente sencillez de la conjetura. Cuando se hacen errores, también éstos parecen sencillos. Todo lo relacionado con la conjetura parece resoluble, si uno tuviese suficiente tiempo para trabajar los detalles.

Aún en 1970 Haken creyó que podría obtener una demostración: “Los primeros 10 años fueron divertidos” —dijo— “porque casi creí que la tenía. Entonces me deprimí. Cuando tenía una buena idea sentía que tenía la obligación de continuar sobre ella. Pero me tomaba otro año para ver por qué no funcionaba.                    

Finalmente, perdí la confianza y me dije “esto no es vida”. En 1973 Haken se curó de su adicción con la ayuda de una conjetura igualmente famosa, el problema de los cuatro colores* (*dado cualquier mapa plano, éste se puede iluminar con a lo más cuatro colores, de tal manera que dos países vecinos no tengan el mismo color), la cual resolvió con su colega Ken Appel cuatro años después. “Jamás volveré a tratar”, —jura— y añade de manera desconcertante, “a menos que sea para buscar contraejemplos”. Cuando Poenaru reanudó su trabajo en la conjetura, se dice que la esposa de uno de sus colegas comentó, “pobre Valentín ya le picó otra vez el gusanito”.

Tal vez el caso más clásico de Poincaretitis fue el del matemático Andrew Connel, quien empezó a trabajar insistentemente con la conjetura al final de los sesenta. Muchas veces se pensó que tenía demostraciones. Semanas antes de que muriera de cáncer a la edad de 43 años en 1984, Conner anunció otra vez una demostración. Haken y otros cuatro matemáticos fueron asignados a su lecho de muerte para oír los detalles. La prueba era en tres pasos, Haken verificó los primeros dos pero el tercero parecía defectuoso. En ese momento Conner estaba muy débil para discutirlo “no creo que hubiese funcionado” señaló Haken.

Los topólogos exitosos tienden a poseer una facultad altamente desarrollada para la imaginación. Esto es especialmente cierto para los topólogos geométricos, en contraste con los algebraicos, para los cuales la conjetura de Poincaré es de menor interés. La diferencia entre los dos —afirma Freedman— “es que para los geométricos las figuras fluyen en sus mentes en lugar de que las fórmulas lo hagan”. Freedman concluye, “es asombroso que si tu talento se esparce, imagines cosas y sueñes y tengas una ilusión, que haya algo en nuestra sociedad para que estás feliz”. Bendecido con una visión que Freedman encuentra “casi increíble”, Bill Thurston de 40 años, de la Universidad de Princeton, cambió efectivamente el juego de la topología tridimensional a mediados de los 70. El legado de Papakyriakopoulos había sido gastado y Thurston lo reemplazó con lo que se conoce ahora como Representación Geométrica de Variedades Thurston —quien obtuvo su definitividad a los 27 años— es un iconoclasta, “aún para ser un matemático”. Tiene un talento para hacer cosas que parecen locuras y que milagrosamente representan algo” —comenta Morgan—. El mismo Thurston señala: “Creo que las matemáticas son como observaciones. Existe algún mundo matemático que realmente está ahí. Algunos patrones en él se arman de alguna manera. El problema es aprender a ver cómo son”.

En 1976 Thurston contempló variedades tridimensionales desde un punto de vista puramente geométrico, distinto de cómo lo ven sus compañeros topólogos (“un cristal es de cierta forma un objeto geométrico”.) —Dice Freedman— “Una bola de masilla es un tipo de objeto topológico”. En esencia, Thurston estaba diciendo que cada variedad moldeable tiene una geometría preferida, como un manto colgado sobre un marco cristalino que tiene una estructura geométrica exacta. Thurston usó su visión en una conjetura que proponía que cualquier variedades tridimensional puede ser cortada en piezas y cada pieza debe ser uno de ocho tipos de cristal. Dice Larry Siebenmann, de la Universidad de París: “vino del cielo como un disparo”. El trabajo de Thurston, como el de Papakyriakopoulos 20 años antes, tiene le poder teórico que los topólogos pensaron sería necesario para resolver la conjetura. No sólo era elegante sino que también abría la topología hacia la geometría, y ésta tenía lo que los matemáticos llaman “estructura”. “Algunas áreas de las matemáticas son muy ricas en estructuras”. Dice Peter Shalen, topólogo de la Universidad de Illinois: “uno puede ir todo el tiempo de un problema a otro”. Al eslabonarlo con la geometría —dice Shalen—, “Thurston hizo de la topología tridimensional un campo donde uno puede hacer cierto tipo de gimnasia mental que nunca antes había sido posible hacer. Esto a su vez hizo que se introdujeran todo tipo de técnicas”.

La visión de Thurston también se veía como una ruta segura para entender y clasificar todas las 3-variedades, lo cual es lo que él deseaba hacer “creo que la gente ha desperdiciado mucho tiempo tratando de probar la conjetura de Poincaré” y añade “aun cuando se demuestre solamente resolverá un problema sobre una sola 3-variedad: la 3-esfera”.                     

Actualmente la parte demostrada de la conjetura de geometrización de Thurston, llamada teorema de geometrización, no trata todos los tipos de variedades consideradas en la conjetura de Poincaré. “Esta del otro lado de la barda” dice Siebenmann. Otras partes de la conjetura de geometrización lo hacen y si son demostradas (los matemáticos piensan que Thurston lo hará) la conjetura será vencida. “Aún no estoy al final de mi camino” afirma Thurston.                            

En 1980 la mayoría de los topólogos sentían que los tradicionales asaltos frontales serán infructuosos. A algunos, como Freedman y Casson, les gustaría trabajar en el problema, pero saben que no tienen ideas suficientemente poderosas para empezar: “Uno no puede simplemente sentarse y trabajar en ella” dice Freedman. “Se da uno cuenta que la mente está en blanco y uno se pregunta ¿qué es lo que hay que hacer? Dejaría otras cosas si pensara que tengo una buena idea”. La mayoría de los topólogos apostaban que de ser demostrada la conjetura, la solución vendría de Thurston o de otro matemático lo suficientemente joven para no ser influido por los métodos tradicionales.                     

Esto último sucedió en 1983, cuando Freedman usó el trabajo de Simon Donaldson, un estudiante de doctorado de la Universidad de Oxford, para demostrar que matemáticamente hablando existían al menos dos universos de cuatro dimensiones. Esto ha sido lo más sorprendente que se ha demostrado en esa dirección en los últimos tiempos. Donaldson lo hizo posible usando técnicas de Física Teórica, y como afirma Freedman: “parecía una cosa rara asociada a una variedad”.        

Esta fue la novedad que Rourke esperaba cuando desarrolló su demostración sin leer ninguno de los intentos anteriores, para no desviar su creatividad. Sin embargo, sus colegas pensaron que por ignorar la historia, sólo llegó a una edición revisada de la de Haken, con un par de atracciones añadidas que dieron, en palabras de Rourke “mayor fuerza”. El calculo de Kirby, por ejemplo, dio a Rourke un lenguaje con el cual podía comparar dos variedades aparentemente distintas. El estaba seguro que ahí era donde la estrategia de Haken había fallado y la suya no.          

Para sus colegas la prueba de Rourke fue decepcionante. No era elegante. “No se veían saltar pequeños objetos interesantes cuando uno la iba leyendo” afirma Freedman. “En contraste, el trabajo de Thurston está lleno de pequeños pero bellos hechos que uno puede meterse al bolsillo”. El mismo Thurston lo dice de manera más brusca: “No creo que a mí me hubiera gustado hacer esa prueba”.                       

Cuando Rourke llegó a Berkeley en noviembre, su prueba ya había pasado por dos cambios, él mismo halló un error en la demostración, que fue señalado por Haken. Haken encontró otro y se inició toda esa publicidad nunca antes vista.                         

Rourke empezó con una presentación en la prensa, escrita junto con Ian Stewart, un matemático de Warwick y escritor científico, quien ha publicado artículos en el Guardián y Nature. Más tarde ambos escribieron un colorido y largo artículo en el New Scientist. Comenta Stallings, quien no es conocido por cometer errores: “Me imagino que el motivo principal que Stewart tiene es el de atraer la atención sobre las matemáticas, con la esperanza de que el gobierno otorgue dinero. Básicamente las matemáticas son un arte barato, tal vez esotérico, al que se debe subsidiar”. Aparte de todo esto Rourke fue mencionado en el New York Times diciendo que él consideraba la prueba clara y que si muchos matemáticos no habían leído su artículo, era por “pereza”. En retrospectiva comenta: “Estaba tan convencido sobre la demostración, que esperaba ansiosamente una invitación para dar una conferencia sobre ella —lo cual hizo en Berkeley. “Quería hacerse notar” dice Kirby. “Me cae bien el tipo y me habría gustado que tuviese éxito, pero ya que se hizo tanto ruido, pensamos que todo debía de aclararse. Los matemáticos parecían un poco tontos”.                  

La acusación de “pereza”, tocó una fibra particularmente sensible, ya que la mayoría de los que trataron de leer la demostración de 100 páginas no habían logrado hacerlo. Usualmente una demostración rigurosa empieza con teoremas conocidos y después introduce nuevas técnicas, indica qué es lo que se ha hace en casos específicos y finalmente demuestra cómo se puede concluir la prueba pata todos los casos posibles. Pero dice Kazez: “En las últimas cincuenta páginas de la demostrarán de Rourke, no había ningún lema, proposición ni teorema claramente formulados”.                         

Rourke defendió su demostración sosteniendo que estaba escrita como una enorme construcción; describiendo en qué forma: “Haces esto a esto, haces esto otro a esto otro, haces aquello a aquello y entonces terminas checando una lista de cosas”. Sus colegas —dijo— sólo querían algo que pudiese ser dividido en piezas pequeñas y comprensibles, pero su prueba no podía ser así. Pocos se tragaron esta manera de razonar. Un matemático dijo: “teníamos temor a que esta prueba no fuese lo suficientemente clara para estar equivocada”.                       

Los matemáticos en Berkeley también estaban preocupados sobre las reglas que normarían el seminario. La manera en que se desenvolvería el asunto era “o se hallaba un error en la demostración de Rourke en los 5 días que duraba el seminario o regresaba a su casa triunfante. “Esta actitud era completamente equívoca” dijo Stallings. “La responsabilidad de demostrar un resultado matemático es de quien lo afirma”.                        

Aunque Kirby organizó el seminario, el maestro de ceremonias fue Casson, un inglés que inventó las asas de Casson, un artefacto matemático en el que Freedman se apoyó para su demostración en cuatro dimensiones. Se dijo que Casson dejó Cambridge porque la Universidad estaba descontenta por su rechazo a publicar su trabajo. Berkeley fue más acogedora. “El campo es tan pequeño” —afirma un extopólogo de Berkeley— “todos saben que él es bueno y constantemente tiene ideas brillantes. No escribe sus resultados, pero los explica de una manera tan clara, que todos entienden”. Casson ha tratado de resolver la conjetura varias veces y ha terminado entendiendo por qué sus intentos no han dado resultado y los utiliza para señalar los errores en las pruebas de otros.                

Colaborando conjuntamente con Casson estaba Gabai, quien permaneció en la demostración desde el principio. El estaba como profesor visitante en Warwick durante la primavera, cuando Rourke impartía seminarios sobre su prueba. Siendo el único experto en 3-variedades de los alrededores, Gabai se sintió responsable de revisar la demostración y se quedó impresionado.              

"Era extremadamente seductora” —afirmó. Junto con ellos estaba Kazez y Hamish Short, un estudiante de Rourke y dos estudiantes de doctorado bajo la dirección de Kirby.

Gabai trató de convencer a Haken; éste no aceptó, pero sugirió puntos hacia donde Gabai debía dirigir sus sospechas. Cuando Gabai y Kazez llegaron del Tecnológico de California conferenciaron con Casson; el escenario ya estaba listo.                      

El seminario se inició sin tropiezos, Rourke delineó su demostración para dar a la audiencia una idea hacia dónde se dirigía, discutiendo los detalles de cómo llegar al final. Trabajó yendo de un detalle a otro, contestando preguntas tal como se le iban formulando. “La gente mencionaba todo tipo de objeciones menores” —comenta Kazez. “Algunas las contestaba, a otros les decía ‘bueno, tiene usted razón, pero yo no quería decir eso”. Entonces proponía una modificación y continuaba.                          

Para el tercer día dice Gabai, “estaba claro que lo que Rourke había escrito en su manuscrito y lo que nos estaba diciendo era completamente diferente”. La demostración se desenvolvía con cada objeción. Casson continuaba en su papel de fiscal y parecía tener en mente un plan de ataque particular, aunque se culpó por no haber visto el error de Rourke antes. “Sabía qué tipo de obstáculo estaba buscando” —dijo— “lo que no sabía era en dónde encontrarlo”.                        

Al cuarto día Gabai y Casson lo encontraran durante una discusión acontecida la noche anterior, y cernieron la parte problemática. Para evitar el punto en el que Haken se había atorado, Rourke añadió lo que llamo un rompimiento de marbetes en cascada que era considerado su as bajo la manga. Ninguno de los dos confiaba en ella. La tarde siguiente Casson preguntó sobre un diagrama en la parte dudosa de la demostración. Rourke dio una respuesta aparentemente satisfactoria. Poco tiempo después, cuando Rourke trabajaba en un teorema relacionado con éste, Gabai inocentemente pidió que se regresan a un detalle menor “a no ser por eso, todo estaba bien” —dijo Gabai— “sólo quería que lo explicara de nuevo”. Vio el detalle y dijo “Pero si acabamos de romper la cascada” y gritamos ¡ajá!, no puedes romperla, sólo puedes romper marbetes, pero éste es un pseudomarbete o lo que sea, y eso fue el final.

El error resultó ser una reencarnación de otro que Haken expuso seis meses antes y que Rourke pensó que había resuelto. En la última mañana, Rourke llegó sugiriendo que podía remediar el error. La línea frontal compuesta por Kirby, Gabai, Casson y Kazez no acudió y mandaron al segundo equipo, compuesto por dos estudiantes de Kirby, Mike Hirsch y Kevin Walker, para terminar la faena. “Los tipos lo hicieron muy bien, dice Gabai. Estuvieron como mastines tras la presa, directos a la yugular del pobre de Rourke. Se lo comieron vivo”. Comenta Kazez, “al final Rourke admitió que fue un desastre. Dice que está seguro que el manuscrito está incompleto, lo que no es una declaración propia cuando se defiende uno de los problemas más conocidos en matemáticas”. Al día siguiente Gabai envió un telegrama a Thurston vía computadora; su título: “La conjetura de Poincaré destrozada”.                        

Con su prueba y credibilidad por las suelos, Rourke tardó en recuperarse. Estaba, según lo admite, “un poco destrozado y deprimido”. Kirby lo resumió de la siguiente manera: “La conjetura es una proposición de todo o nada. O lo consigue uno todo o nada. Déjenme ponerlo de esta manera, si Rourke fuese montañista estaría ahora muerto”.

Hasta diciembre, Rourke pensó que podía corregir el error. “Es muy tentador” dijo. “La prueba se reduce a detalles técnicos que parecen ser fácilmente resueltos. Kirby tiene razón. Hasta que el último detalle no se ha escrito, no se tiene nada”. Cuando se refirió a que Rourke había contraído Poincaretitis y que trabajaría el resto de su vida en la conjetura, él contestó: “espero que no”.   

Y el latido continúa. Poenaru, quien ahora vive en París, ha circulada el boceto de una prueba de aproximadamente 120 páginas, y la proporción de la demostración es de 20 a 1, lo que hacen 2400 páginas. Esta versión abreviada aún no ha provocado respuesta alguna. “Ninguna revista publicará un artículo de tal tamaño” dice Poenaru, “sin saber que en verdad demuestra la conjetura de Poincaré”. Arthur Evertt Pitcher, un matemático de la Universidad de Lehigh, ha estado circulando el prospecto de otra prueba. Esta versión fue ultimada por Stallings quien dijo: “Fue parecida a la de Poincaré de 1904”. Unos años antes, Armentrout hizo un artículo de 300 páginas probando que la conjetura era falsa. Fue rápidamente derribada por Haken, a lo que Armentrout comenta: “lo hace a uno cauteloso”. Sigue tratando de demostrar que la conjetura es falsa.

 ¿Cómo será recibida la siguiente demostración de la conjetura de Poincaré? Parece ser que dependerá tanto de quién la hace que de cómo es. Como dice Kazez: “Si Thurston dijera que la conjetura ha sido probada y escribe un resumen de una página, todo mundo le creería. Se pelearían por recibir la primera copia del manuscrito”. Y añade riendo sobre su amigo Gabai: “Si David lo afirmase, la gente tendría miedo de leer lo que escribe, pero le creerían. Es una cuestión de credibilidad. Si uno ha estado resolviendo antiguos problemas famosos, entonces la gente lo leería. Y si usted es una persona simple y sencilla y las primeras 20 páginas son interesantes y ha hecho algo novedoso que apasione a sus lectores, ellos lo leerían. De no ser así…”

 ¿Cómo se Podría Probar que el Universo es Tridimensional? Esto es lo que llaman los topólogos, barrer un círculo unidimensional (el círculo formado por los barcos) a través de una variedad bidimensional (la superficie de la Tierra). Si la Tierra fuera una dona podría empezar en un meridiano del este y se reunirían en el mismo meridiano pero jamás en un punto.
A los ojos de los topólogos, Magallanes no probó realmente que la Tierra es una esfera. Lo que hizo fue mostrar que existe una trayectoria larga sobre su superficie que lo regresaba al lugar donde empezó. La Tierra podría tener la forma de una dona y Magallanes no hubiese notado la diferencia. Pero según Bill Thurston, un monarca muy rico puede establecer que la Tierra es redonda sin alejarse de su casa. Imagínese que este potentado, inclinado por la matemática, viva en el polo sur, manda miles de navegantes hacia el polo norte y les dice: “Mantengan contacto visual con sus colegas a ambos lados de su embarcación”. Estos navegantes se esparcirían y viajarían hacia el norte formando un círculo cada vez más largo, al acercarse al ecuador. Al pasar al hemisferio norte el círculo se estrecharía a un punto al llegar todos al polo norte. Al encontrarse simultáneamente, habrían demostrado, topológicamente hablando, que la Tierra era una esfera.  La misma demostración, añadiendo una dimensión, probaría que el universo es una esfera tridimensional. En este caso el monarca manda “astronautas” en miles y miles de naves espaciales. Las naves salen simultáneamente de la superficie de la Tierra, con la misma orden de mantener contacto visual con las naves vecinas y mantener la misma velocidad hacia el espacio en una 2­esfera que se expandería hasta llegar a cierta esfera máxima y después se contraería y llegarían a un mismo punto todas las naves simultáneamente (“El jardín del Edén”) en el lado opuesto del universo como lo llama Thurston. Las naves espaciales dirían a los topólogos que han barrido una 2-esfera a lo largo de una 3-variedad y al hacerlo han probado que ésta última es una 3-esfera.

 

   El mundo torcido de la topología

Los topólogos estudian variedades, superficies que se ven planas alrededor de cualquier punto de ellas, pero de hecho no lo son. Son más fáciles de entender dependiendo de su dimensión.

 

Variedades unidimensionales

 Proyección 

Topológicamente sencilla

Visualmente compleja pero topológicamente igual Más complejas pero topológicamente continúan siendo igual 

El círculo es el elemento más sencillo de la familia. Al igual que las figuras a su derecha, es una variedad unidimensional ya que cada parte se puede proyectar sobre un segmento de recta, la cual es unidimensional.

 Variedades bidimensionales

 

Topológicamente simple
Proyección

Visualmente compleja pero topológicamente igual Más compleja y topológicamente compleja
La variedad bidimensional más sencilla es una esfera, la cual puede ser proyectada sobre un plano. (Parece ser tridimensional pero a los topólogos les interesa nada más la corteza). Si usted pone un lazo sobre ella, al estrecharlo sobre la esfera se convertirá en un punto. Si se hace esto para cualquier lazo en la superficie, ésta se llamará simplemente conexa. En los ejemplos a la derecha de al dona el primero es exitoso pero los siguientes no lo son.  
Variedades tridimensionales  

Proyección

Para describir una variedad tridimensional tenemos que trabajar en una cuarta dimensión que puede ser conceptualizada (apenas) pero no dibujada. La proyección de la 3-esfera, una variedad simplemente conexa, es una familia de esferas concéntricas bidimensionales, esto es, una bola sólida. La conjetura de Poincaré es que la de 3-esfera es la única variedad cerrada simplemente conexa en la familia de variedades tridimensionales.
 
 articulos
 
 
     

Artículo aparecido en Discover, Julio de 1987. Traducción de León Kushner S., profesor del Departamento de Matemáticas, Facultad de Ciencias, UNAM.

* Nota del traductor: Esto significa que el segundo grupo de homotopía sea trivial.

     
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Gary Taubes

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