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25 años de la
Reserva del Pedregal
de San Ángel
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Antonio Lot Helgueras
   
   
     
                     
En octubre de 1983 la Univer­sidad Nacional declaró como
reserva ecológica una superficie de 124.5 hectáreas para pro­teger uno de los últimos relictos del ecosistema del Pe­dre­gal de San Ángel. Hoy celebra­mos los primeros vein­ti­cinco años de vida de la reserva alo­jada en Ciudad Universitaria. Actualmente ocupa 237.3 ha, con la suma de zonas núcleo y de amortiguamiento, que corresponden a 33% de Ciudad Universitaria.
 
Con base en la interpretación de la Ley General del Equi­librio Ecológico y Protección Ambiental de México, rea­lizada por el Abogado General y bajo los fundamentos de la Ley Orgánica de la unam, la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel debe considerarse una reserva natural tanto como otras áreas protegidas bajo la legislación federal, aun cuando su creación se subordina a un instrumento jurídico (Acuerdo del Rec­tor) distinto a un decreto estatal o federal (Declaratoria del Presidente de la Repú­blica).
El ecosistema conocido co­mo matorral xerófilo y nom­bra­do desde la Conquista como “malpaís”, es considerado uno de los espacios de mayor ri­que­za florística de toda la cuen­ca de México y un refugio de diversidad faunística que otrora se distribuía en lo que hoy es la Ciudad de México y sus alrededores. No es aventurado decir que el ecosistema del Pedregal de San Ángel pue­de ser la última reserva natural del área metropolitana de la segunda megaciudad del planeta.
 
Al parecer no existe otro ecosistema natural como el Pedregal de San Ángel, incrus­tado en una megaurbe que, aunado a su presencia en un campus universitario, adquiere un valor adicional por la oportunidad de ser objeto de estudios desde diferentes ópticas. La reserva resulta un laboratorio natural excepcional para la investigación de los procesos sucesionales y evolutivos de las comunidades biológicas presentes en una isla de lava, formada a partir de la erupción del volcán Xitle, hace menos de 2 000 años.
 
Además de su alta biodiversidad la reserva presenta ca­racterísticas de gran interés científico en cuanto a su geo­morfología y de valor estético por a su paisaje. Siendo un espacio singular, la reserva debe ser considerada Patrimo­nio Natural de México, al igual que la unam es reconocida por la unesco como Patrimonio Cultural Universal.
 
Vista como una reserva eco­lógica de carácter urbano, la reserva adquiere otro significado por su contribución a los servicios ecosistémicos o ambientales que aporta al bien­es­tar de la ciudad y a la ca­lidad de vida de sus habitan­tes. Cualquier área verde en una ciudad contribuye a alcan­zar una proporción saludable de arbolado por habitante. Un ecosistema, por fragmentado que se encuentre, resulta de beneficio para la amortiguación térmica, del ruido y la calidad del aire en una ciudad.
 
El Pedregal de San Ángel también ha sido un espacio de inspiración para pintores, poetas, arquitectos y fotógrafos que lo han visitado y aquí encontraron nuevas ideas sobre la interpretación estética del paisaje; tal es el caso de Diego Rivera, Gerardo Murillo, Juan O’Gorman, Carlos Pellicer, Luis Barragán y Armando Salas Portugal, entre otros notables artistas mexicanos del siglo xx. En particular las fotografías de Salas Portugal, sobre el Pedregal de los años cuarentas, son un referente del ecosistema que nos ayuda a entender los cambios y la dinámica de un ambiente único por la concentración de formas y espectros biológicos, variada topografía, microhábitat y un extraordinario paisaje de lava.
 
Preocupados por la acelerada destrucción del Pedregal e imbuidos por una nueva conciencia acerca de los problemas ambienta­les, en 1983 un grupo de profesores y estudiantes de la Facultad de Ciencias inició un movimiento para que se protegiera el último re­ducto de una de las comunidades vegetales del Pedregal, el ma­torral de palo loco, que para entonces sólo existía en los terrenos de la Universidad. Este movimiento culminó, tras varios meses de ne­gociaciones con las autoridades universitarias, en la creación de una zona ecológica inafectable, cuyo decreto fue firmado el 30 de septiembre del mismo año.
     
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Antonio Lot Helgueras
Secretario Ejecutivo
Reserva Ecológica del Pedregal de San ángel,
Universidad Autónoma de México.
     
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como citar este artículo

Lot Helgueras, Antonio. 2008. veinticinco años de la Reserva del Pedregal de San Ángel. Ciencias núm. 91, julio-septiembre, pp. 30-32. [En línea].
     

 

 

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