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Nota de los editores
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Los científicos suelen afirmar que la ciencia es neutra e
incontaminada por la “ideología”. Esta es una cuestión que como tal podría ser discutida, pero frecuentemente se extiende la afirmación para implicar que, en consecuencia, los científicos, por el hecho de serlo, tampoco se contaminan con “ideología”, como si ésta y la actividad científica fuesen mutuamente excluyentes, forma cómoda de escudarse para justificar la falta de interés por los problemas sociales, económicos y políticos en los que todos estarnos inmersos y que necesariamente se dirimen en el terreno ideológico. Desde luego, hay científicos que manifiestan abiertamente sus posturas ante ese tipo de problemas. Vale mencionar el caso de George Wald, premio Nobel en Química, quien encabeza ahora una campaña con el lema “Un voto por la paz en Centroamérica” junto con Adolfo Pérez de Esquivel, premio Nobel de la Paz, ambos solidarios con los pueblos de Nicaragua y El Salvador, países en los que se lucha de diferentes maneras por consolidar o lograr, respectivamente, sociedades más justas en las que sus ciudadanos puedan desarrollar en paz toda su potencialidad humana y creativa.
Wald y Pérez de Esquivel no están solos en su compromiso. En México, hace unos meses, un grupo de científicos intelectuales formaron el Comité para la defensa de Centroamérica (CODECA) con el mismo espíritu solidario. El mismo Pérez de Esquivel es miembro del CODECA, junto con don Sergio Méndez Arceo y Noam Chomsky, este último lingüista notable y una de las personalidades que se opusieron al genocidio en Vietnam.
El pasado mes de septiembre, una delegación compuesta por siete miembros del CODECA visitarnos Managua y la zona de combate en Nueva Segovia, departamento nicaragüense que hace frontera con Honduras. Como resultado de nuestra visita, la que cumplimos con espíritu crítico, podemos atestiguar que en Nicaragua, pese al estado de guerra abierta auspiciada por el señor Reagan, existe libertad de expresión política, que la prende oposición también goza de libertad y que el proceso electoral nicaragüense es limpio y legítimo, aunque las fuerzas contrarevolucionarias traten de desvirtuar este proceso y sus resultados, los que legitimarían en forma democrática al Frente Sandinista y su revolución, que es la revolución del pueblo nicaragüense.
Los miembros del CODECA exhortamos a nuestros colegas a unírsenos en la campaña solidaria de la que también formamos parte.
¡UN VOTO POR LA PAZ EN CENTROAMERICA!
Dr. Julio Muñoz
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cómo citar este artículo → Muñoz, Julio 1984. Un voto por la paz. Ciencias 6, octubre-diciembre, 5. [En línea]
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