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Los manglares funciones y servicios ecosistémicos | ![]() |
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María del Carmen Martínez García y Ana Laura Lara Domínguez |
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Los manglares son un tipo de bosque intermareal
que se encuentra distribuido en los trópicos y subtrópicos del mundo. Sus árboles, los mangles, poseen flores vasculares y pueden interactuar entre los ambientes acuático-terrestre, ya que cuentan con adaptaciones morfológicas y ecofisiológicas que les permite adaptarse a ambientes con poca o nula concentración de oxígeno en el suelo, a diferentes concentraciones de salinidad en el agua y a la inundación temporal o permanente del suelo, entre otros factores. Algunas de estas adaptaciones son: raíces áreas (neumatóforos) que les permite respirar por encima del suelo, y glándulas excretoras de sal presentes en las hojas. En México se registran principalmente cuatro especies de mangle: mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle negro (Avicennia germinas), mangle blanco (Lacuncularia racemosa) y mangle botoncillo (Conocarpus erectus), los cuales se distribuyen a lo largo de las costas mexicanas, alcanzando una extensión de 775 555 hectáreas, lo que representa 5% del total de los manglares del mundo. Además, en el estado de Chiapas se tiene registro del mangle bicolor (Avicennia bicolor) y el mangle caballero (Rhizophora harrisonni), y en la Península de Yucatán de Conocarpus erectus var. sericeus. A pesar de su baja diversidad en especies, este ecosistema es considerado como uno de los bosques más valiosos y productivos del mundo. La estimación de carbono total capturado con base en datos de la estructura (talla del árbol, densidad), madera muerta, contenido de carbono en el suelo y profundidad del suelo en los humedales de la región Indo-Pacífico, por ejemplo, es en promedio de 1 023 MgC ha1 ±88, lo cual es entre 2 y 2.5 veces mayor al carbono promedio que capturan los bosques tropicales, templados y boreales. Asimismo, la sola caída permanente de hojarasca (hojas, ramas, flores, frutos) genera un aporte de material orgánico a las áreas circundantes, nutrimentos que sustentan las cadenas tróficas marinas y terrestres. Dado que llegan a producir hasta veinte toneladas de hojarasca por año, su producción es mayor a la de los pastizales para ganado; la productividad de los manglares tiene implicaciones tanto ecológicas como económicas. Servicios ecosistémicos La compleja estructura de dichos ecosistemas está determinada por los individuos, los seres vivos que los componen, por su edad, distribución espacial y los factores abióticos. Tales elementos actúan como la suma de un todo, es decir, son fenómenos que dan como resultado funciones ecosistémicas como la transferencia de energía, el ciclo de nutrimentos, la regulación de gases y climática, y el ciclo del agua. Durante décadas se han descrito y cuantificado los servicios ecosistémicos. En 1997 Daily los definió como: “las condiciones y los procesos a través de los cuales los ecosistemas naturales y las especies que los componen sostienen y satisfacen la vida humana”. Sin embargo, con la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, efectuada en 2005, se redefinió el término: “los beneficios directos e indirectos que los humanos obtenemos de los ecosistemas”, y se clasificaron en cuatro categorías. De regulación. Los manglares desempeñan un papel muy importante en la regulación climática, ya que funcionan como grandes almacenes de carbono orgánico, que tienen implicaciones en la adaptación y mitigación del cambio climático debido a que la estructura de sus raíces y su altura atenúan el impacto del oleaje, contribuyendo a la protección de las costeras. Controlan la erosión costas, lo que favorece a la estabilización y retención de sedimentos. Además, funcionan como filtradores de contaminantes y nutrimentos. De soporte. Contribuyen a la formación de suelo y la producción de nutrimentos. Son el hábitat para el mantenimiento y conservación de una gran diversidad de especies. Esta categoría es esencial para la producción de todos los servicios ecosistémicos. De aprovisionamiento. Esta categoría es la que satisface en forma directa las necesidades de las comunidades humanas, ya que los manglares proveen materias primas que pueden ser aprovechadas para la construcción de viviendas, y por ser criadero de especies acuáticas se puede capturar una gran diversidad de pescados y mariscos (crustáceos y bivalvos) de importancia comercial. Otro producto alimenticio producido en los manglares es la miel. Culturales. Proporcionan oportunidades de recreación, además de su contribución estética y el uso tradicional y espiritual significativo para las personas. Como podemos observar en esta clasificación, los dos primeros grupos funcionales (regulación y soporte) son esenciales para el mantenimiento de los procesos y componentes naturales. Por lo tanto, si se mantiene las funciones de dichos ecosistemas se puede asegurar el flujo de servicios ecosistémicos. Importancia socioeconómica Durante mucho tiempo, las comunidades costeras se han visto favorecidas por la existencia de los manglares, ya que brindan importantes beneficios socioeconómicos. Asimismo, el servicio de captura y almacenamiento de carbono tiene implicaciones para el beneficio de toda la humanidad, y la miel y cera alcanzan mercados internacionales a cientos de kilómetros de distancia del lugar de su producción. A escala local, los vínculos entre los manglares y las pesquerías es uno de los temas más estudiados, ya que son sitios de crianza para una gran diversidad de peces y mariscos de importancia comercial; además, en muchas comunidades costeras estos productos representan la principal fuente de proteína que obtienen las familias para su autoconsumo. Cabe resaltar que muchas de las comunidades aledañas a los manglares presentan elevados índices de pobreza, por lo que los recursos obtenidos de estos ecosistemas forman parte de su sustento diario. Su estructura sirve de defensa natural contra el embate de los fenómenos hidrometeorológicos. El Banco Mundial estimó en 2016 que México y Estados Unidos se han ahorrado aproximadamente 57 000 millones de dólares anuales en daños a la propiedad residencial e industrial debido a que todavía cuentan con considerables extensiones de manglar. Tan sólo un kilómetro de ancho de manglar puede reducir los niveles de inundación de cinco a cincuenta centímetros, lo que se traduce en vidas salvadas a causa de posibles inundaciones. Como podemos ver, la dependencia de las personas hacia los manglares puede abarcar escales locales y globales, ya que son esenciales para su seguridad, la obtención de materiales básicos para una buena vida (alimento y vivienda), la salud, y como apoyo a la cohesión social al favorecer actividades de ecoturismo, culturales y espirituales. En la actualidad, la Organización de las Naciones Unidas, estableció diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (figura 1) como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y que todas las personas gocen de paz y prosperidad en 2030. Los múltiples servicios ecosistémicos proporcionados por los manglares y otros humedales son esenciales para alcanzar dichos objetivos. Ecosistemas amenazados No obstante todas las propiedades que estos ecosistemas ofrecen, siguen siendo poco valorados e incluso se ha llegado a pensar que son zonas insalubres y tierras poco productivas, lo que ha provocado fuertes presiones para su reconversión en favor del desarrollo de actividades productivas. Algunas de las principales amenazas a los manglares son: la expansión de granjas camaronícolas, la deforestación, la ganadería, el desarrollo turístico y el crecimiento industrial y portuario no planificado. La explotación de los recursos ofrecidos por los manglares pone en riesgo el mantenimiento del flujo de sus servicios ecosistémicos. Cabe resaltar que en México la Norma Oficial Mexicana 059semarnat2010 incluye los mangles rojo, blanco y negro en la categoría de especies amenazadas. Conclusión Como ecosistema, se podría decir que los manglares cumplen funciones primordiales para el desarrollo de la vida en la Tierra o al menos en las zonas costeras. El alcance de los beneficios de los servicios ecosistémicos no sólo se limita a una escala local, sino que su existencia puede contribuir al bienestar mundial ya que, como vimos, su función como almacenes y captores de carbono favorecen la mitigación y adaptación de los efectos provocados por el cambio climático. En comparación con otros bosques tropicales, los manglares ofrecen servicios y beneficios en las cuatro categorías descritas por la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de 2005 (regulación, soporte, aprovisionamiento y culturales). Es evidente que muchas de las poblaciones asentadas en la cercanía de los manglares dependen de éstos para su subsistencia. En consecuencia, es importante que los tomadores de decisiones integren el valor de los servicios ecosistémicos que proporcionan los manglares en los planes de desarrollo costeros, y favorezcan así su uso sustentable. |
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Referencias bibliográficas Donato, D.C., et al. 2011. “Mangroves among the most carbon-rich forests in the tropics”, en Nat. Geosci., vol. 4, núm. 5, pp. 293–297. Daly, H. y J. Farley. 2010. Ecosystem, structure and function. In Ecological economics: principles and applications. Island Press.Friess, D. A. y B. S. Ezcurra. 2012. “The productivity of mangroves in northwestern Mexico: a meta-analysis of current data”, en J Coast Conserv, vol. 16, pp. 399–403. Lee, S. Y., et al. 2014. “Ecological role and services of tropical mangrove ecosystems: a reassessment”, en Glob. Ecol. Biogeogr., vol. 23, núm. 4, pp. 726-743. Millennium Ecosystem Assessment. 2005. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. Island Press, Washington. Moreno-Casasola, P. (ed.) 2016. Servicios Ecosistémicos de las Selvas y Bosques costeros de Veracruz. inecol - itto - conafor – inecc, México. Sanjurjo, E., K. Cadena e I. Erbstoesser. 2005. “Valoración económica de los vínculos entre manglar y pesquerías” en Memorias del Segundo Congreso Iberoamericano de Desarrollo y Medio Ambiente (cidma ii), pp. 1-16 Thompson. 2016. “Mangrove Payments for Ecosystem Services (pes): A Viable Funding Mechanism for Disaster Risk Reduction?”, en Renaud, F. G., et al. (eds.), Ecosystem-Based Disaster Risk Reduction and Adaptation in Practice, Springer.López-Medellín, X. y E. En la red Banco Mundial. Portal (www.bancomundial.org).Organización Ramsar. Los humedales y los ODS. Ramsar (https://cutt.ly/FJ3FKXN). |
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María del Carmen Martínez García Universidad Veracruzana. Ana Laura Lara Domínguez Instituto de Ecología, A. C. |
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