revista de cultura científica FACULTAD DE CIENCIAS, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
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  R06B011

 
Problemas y acertijos
 
Nota de los editores
   
   
     
                     
                   
1. La luz eléctrica se apagó inesperadamente en el
apartamento: se fundió el cortacircuitos. Yo encendí dos velas que tenía previstas en la mesa del escritorio, y seguí trabajando a su luz hasta que repararon la avería.
 
Al día siguiente fue necesario determinar cuánto tiempo estuvo sin corriente el apartamento. Yo no me di cuenta de qué hora era cuando se apagó la luz ni de a qué hora se volvió a encender. Sólo recordaba que las dos velas eran igual de largas, pero de grosor distinto: la más gruesa era de las que se consumen por completo en 5 horas, y la otra, de las que duran 4 horas.
 
A ambas las encendí por primera vez. Los cabos de las velas no los encontré, los habían tirado.
 
— Eran tan pequeños —me dijeron— que no valía la pena guardarlos.
 
— Pero, ¿no recuerdan cómo eran de largos?
 
— Eran distintos. Uno era cuatro veces más largo que el otro.
 
Esto fue todo lo que pude saber. Tuve que limitarme a estos datos para calcular el tiempo durante el cual estuvieron encendidas las velas.
¿Cómo resolvería usted esta dificultad?
 
2. Distribuir los números de 1 al 16 de tal manera que la suma de los números en cualquier lado sea 34, y la de los vértices de cada cuadro sea también 34.
 
3. Este viejo problema popular parece, a primera vista, absurdo por completo, ya que en él se habla de la venta de medio huevo. Sin embargo, puede resolverse perfectamente.
 
Una campesina llegó al mercado a vender huevos. La primera clienta compró la mitad de todos los huevos más medio huevo. La segunda clienta adquirió la mitad de los huevos que le quedaban más medio huevo. La tercera clienta solo compró un huevo. Con esto terminó la venta., porque la campesina no tenía más huevos.
 
¿Cuántos huevos trajo al mercado?
 
4. Un truco muy común de los magos consiste en coser un huevo en un cucurucho de papel. Se coloca un huevo dentro del cucurucho, se añade agua y se expone a la flama de un mechero. Al cabo de un rato el huevo está cocido. ¿Cómo es posible esto?
 
5. En el laboratorio de óptica el maestro afirmó “…como pueden ver, este aparato carece de color”. ¿De qué color es el aparto?
 
6. ¿Se puede hervir agua con agua hirviendo? ¿Con agua fría o hielo?
 
Respuestas al número anterior
 
1. “Un globo aerostático…”
Esta respuesta al parecer trivial, no lo es tanto. Si es arrastrado hacia el norte, las banderas también tenderían al norte, en cambio si tiene movimiento propio y avanza hacia el norte, las banderas tenderán hacia el sur.
 
2. “La rueda de un automóvil…”
El aire que hay dentro del neumático se mueve, desde el punto donde se comprime éste, en ambos sentidos, hacia adelante y hacia atrás.
 
3. “Los trece ratones…”
El gato debe comerse primero al ratón que está mirando, es decir, al sexto a partir del blanco. Empiece a contar desde ese ratón, siguiendo la circunferencia, y tache cada decimotercero; se convencerá de que el ratón blanco es el último que tacha.
 
4. “A un almacén llevaron seis barriles…”
El primer cliente compró un barril de 15 litros y otro de 18. El segundo, uno de 16 litros, otro de 19 y otro de 31. En efecto, 15 + 18 = 33 y 16 + 19 + 31 = 66, es decir, el segundo profesor compró dos veces más cerveza que el primero (¡vaya fiesta que tuvieron!). Queda por vender el barril de 20 litros.
 
5. “Dos pastores decidieron hacer tortillas…”
La mayoría de los que intentan resolver este problema responden, que el que echó 200 g. debe recibir 20 pesos y el que echó 300 g. 30 pesos. Pero ese reparto carece de fundamento. Hay que razonar así, los 50 pesos deben considerarse como la parte a pagar de un comensal. Como los comensales fueron tres, el precio de las tortillas (500 g. de harina) es igual a 150 pesos. El que echó los 200 g. aportó, expresándolo en dinero, 60 pesos (ya que los 100 g. cuestan 150 / 5 igual a 30 pesos), y comió un valor de 50 pesos, por lo tanto, habrá que darle 60 – 50 igual a 10 pesos. El que aportó los 300 g. (es decir el equivalente a 90 pesos en dinero) deberá recibir 90 – 30 igual a 40 pesos. Así pues, de los 50 pesos, a uno le corresponde 10 y a otro 40 pesos.
 
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cómo citar este artículo
Nota de los editores 1984. Problemas y acertijos. Ciencias 6, octubre-diciembre, 62-63. [En línea]
     
 
     

 

       
 
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  R06B010

 
El cautivo
 
Nota de los editores
   
   
     
                     
                   
En aquél planeta situado en un confín de la galaxia, hubo
preocupación, por haberse detectado rudimentarias explosiones atómicas, originarias más allá de Marte.
 
Se decidió, por tanto, enviar una nave con la misión de capturar un ser tipificado de aquella probable y peligrosa civilización.
 
Después de la larga travesía la nave arribó, sigilosamente, a las cercanías de una gran ciudad. Y tras cuidadosa observación fue capturado, al amparo de la noche, uno de aquellos seres tan parecidos a los mismos expedicionarios y que pululaban constantemente por la urbe.
 
El regreso tuvo lugar.
 
Hasta la fecha, los sabios de aquel planeta ubicado en un lindero de la galaxia, no han podido determinar el coeficiente mental, ni la verdadera naturaleza e intenciones del Volkswagen rojo que fue secuestrado de un estacionamiento en la Tierra, cierta vez, como a las dos de la mañana.
 
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cómo citar este artículo
Mejía Prieto, Jorge 1984. El Cautivo. Ciencias 6, octubre-diciembre, 60-61. [En línea]
     
 
     

 

       
 
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  R06B07

 
La criatura
 
J. Sternberg
   
   
     
                     
                   
Como era un planeta de arena muy fina, dorados acantilados,
agua esmeralda y recursos nulos, los hombres decidieron transformarlo en centro turístico, sin pretender explorar su suelo, estéril por otra parte.
 
Los primeros desembarcaron en otoño. Edificaron algunos balnearios, y cuando llego el verano pudieron recibir varios centenares de veraneantes. Arribaron seis cientos cincuenta. Pasaron semanas encantadoras dorándose a los dos soles del planeta, extasiándose con su paisaje, su clima y la seguridad de que ese mundo carecería de insectos molestos o peces carnívoros.
 
Pero el 26 de julio, de un solo golpe y al mismo tiempo, el planeta se trago a todos los veraneantes. El planeta no poseía más forma de vida que la suya, era la única criatura viva en el espacio. Y le gustaban los seres vivos, en particular los hombres. Sobre todo cuando estaban bronceados, pulidos por el viento y el verano, calientitos y cocidos.
 
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cómo citar este artículo
Sternberg, J. 1984. La criatura. Ciencias 6, octubre-diciembre, 60-61. [En línea]
     
 
     

 

       
 
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  R06B09

 
La respuesta
 
Fredric Brown
   
   
     
                     
                   
Dwar Ev soldó solemnemente la última conexión. Con oro.
Los objetos de una docena de cámaras de televisión lo estaban observando, y el sub-éter se encargó de llevar por todo el Universo una docena de imágenes diferentes del acontecimiento.
 
Se concentró, hizo un gesto con la cabeza a Dwar Reyn, y se colocó enseguida junto al botón que establecía el contacto. El conmutador pondría en relación, de un golpe, todas las supermáquinas de todos los planetas habitados del Universo (96 billones de planetas), en un supercircuito que los transformaría en gigantesco supercalculador, gigantesco monstruo cibernético que reuniría el saber de todas las galaxias. Dwar Reyn habló unos instantes a los trillones de seres que lo observaban y lo escuchaban. Y, tras un breve silencio anunció.
 
— Y ahora con ustedes Dwar Ev.
 
Dwar Ev giró el conmutador. Se oyó un potente ronroneo, el de las ondas que salían hacia 96 millones de planetas. Se prendieron y apagaron las luces en los dos kilómetros que componían el tablero de control.
 
Dwar Ev dio un paso atrás, respirando profundamente. Es a usted quien corresponde hacer la primera pregunta, Dwar Reyn.
 
— Gracias —dijo Dwar Reyn—, haré una pregunta que nunca pudo ser contestada por las máquinas cibernéticas sencillas.
 
Se volvió hacia la máquina:
 
— ¿Existe Dios?
 
La voz poderosa contestó sin titubeos, sin el menor temblor:
 
— Sí, ahora existe un Dios.
 
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cómo citar este artículo
Brown, Fredric 1984. La respuesta. Ciencias 6, octubre-diciembre, 60-61. [En línea]
     
 
     

 

       
 
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  R06B08

 
Venusinas
 
Pierre Versins
   
   
     
                     
                   
Las primeras llegaron al comenzar el mes de mayo. Eran tan
bellas que hicieron soñar a los hombres a lo largo de los días y a lo largo de las noches.
 
Poco se tardo en saber que no eran hurañas, y los hombres se transmitieron la nueva. Hacían el amor con tal refinamiento, que dejaron muy atrás el ardor de sus rivales terrestres. El número ya grande de solteras aumentó.
 
Y seguían cayendo del cielo, más deseables que nunca, eclipsando a la mujer más maravillosa. Sólo el amor contaba para los hombres, y ellas no envejecían.
 
Mucho tiempo paso antes de que se dieran cuenta que eran estériles.
 
Así que, cuando medio siglo más tarde sus robustos amantes llegaron de Venus, sólo quedaban en la tierra hombres decrépitos y mujeres ancianas.
 
Tuvieron con ellos muchos cuidados y los trataron sin brutalidad.
 
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cómo citar este artículo
Pierre, Versins 1984. Venusinas. Ciencias 6, octubre-diciembre, 60-61. [En línea]
     
 
     
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