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Mieles peninsulares
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Conabio
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El ciclo apícola está marcado por las épocas
de floración de las plantas, que a su vez están ligadas a las estaciones del año. La principal época de cosecha se presenta durante la temporada seca, de febrero a mayo o junio. En esta época florecen gran parte de las especies nectaríferas y las abejas producen miel en cantidades suficientes para mantener su población y acumular excedentes. La miel producida durante la época de secas es la que el apicultor cosecha sin riesgo de dañar la población de abejas.
El principio de la temporada de lluvias anuncia el fin de las cosechas de mieles. En este tiempo la miel tiene un alto grado de humedad que afecta su calidad y por lo tanto su precio. Estas mieles son útiles para alimentar a las abejas durante la época de crisis que implica el periodo de lluvias. Las especies melíferas que florecen en las lluvias son de gran importancia para el mantenimiento de las colonias; mientras más rica y diversa es la flora hay más opciones para las abejas en la época de crisis.
Durante la transición de la temporada de lluvias a la de secas florece un número significativo de especies particularmente las enredaderas y las anuales, proporcionando a las abejas el néctar suficiente para que sus poblaciones se fortalezcan y la colmena esté lista para aprovechar el periodo de abundancia de néctar; es la época de recuperación. Los aromas y sabores de la miel dependen de tales factores.
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Conabio | ||||||||||||||||||||||||||
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cómo citar este artículo →
CONABIO. 2016. Mieles peninsulares y diversidad. Ciencias, núm. 118-119, noviembre 2015-abril, pp. 116-117. [En línea].
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