Actualmente, el principal objeto de estudio en el Laboratorio
de Biología Molecular, se centra en los mecanismos de formación de la sangre, para lo cual se utiliza, como animal experimental, el conejo.
Dicho estudio, señala el doctor Jaime Martínez Medellín, coordinador del Laboratorio de Biología Molecular, reviste especial importancia por las repercusiones que pueda llegar a tener en el conocimiento de la causalidad de ciertos padecimientos hemáticos.
La formación de la sangre está controlada por las condiciones fisiológicas del animal. Durante el estudio, se inducía sangrado en los conejos, diariamente, con lo que se estimulaba hasta cinco veces su proceso de formación de glóbulos rojos. El volumen de sangrado extraído por punción intracardiaca, equivaldría, proporcionalmente, a medio litro de sangre para un ser humano. Si, por el contrario, se quisiera reprimir el proceso de formación de glóbulos rojos, se tendría que trasfundir sangre a dichos animales.
Actualmente, el laboratorio de Biología Molecular se encuentra investigando cuáles son los cambios orgánicos que sufren los conejos anémicos y, de esos cambios, cuáles controlan o modifican la producción de la sangre.
Por otro lado, el doctor Martínez Medellín consideró que uno de los aspectos biológicos más intrigante, hoy en día, es el de la célula de eucarionte, contiene en sus cromosomas la información para poder fabricar decenas de miles de proteínas distintas. Empero, una célula diferenciada, por ejemplo, una neurona o una célula muscular, sólo expresa o pone en juego una mínima parte de la información cromosómica. ¿Cuáles son los mecanismos que le permiten seleccionar activamente la información?
Se sabe que todos los elementos de la sangre: granulocitos, plaquetas, linfocitos, glóbulos rojos, etcétera, se forman a partir de una célula indiferenciada, conocida como célula madre. De aquí también el interés de estudiar el tejido sanguíneo en el campo de la diferenciación celular.
|
|
 |
|